Este jueves la UEFA informó que no organizará ningún partido en Israel hasta nuevo aviso por razones de seguridad debido a la guerra de ese país contra el grupo terrorista Hamás. “Tras una evaluación profunda de la situación actual en materia de seguridad en todo el territorio israelí, el comité ejecutivo de la UEFA decidió que ningún partido de sus competiciones se juegue en Israel hasta nueva orden”, señaló la confederación, tomando una medida similar a la que se adoptó a comienzos de año con Ucrania, tras la invasión rusa.
Obviamente, la Federación Israelí de Fútbol y sus clubes en competiciones europeas, Maccabi Haifa y Maccabi Tel Aviv, quedaron “invitados a proponer otras sedes/estadios fuera del territorio de Israel para sus partidos en casa”, ya que seguirán compitiendo.
El partido de Europa League entre Villarreal y Maccabi Haifa, previsto el jueves, ya fue aplazado al 6 de diciembre, así como el duelo de la League Conference entre Maccabi Tel Aviv y Zorya Luhansk, programado el mismo día y que se disputará el 25 de noviembre. El ente añadió que el juvenil de Maccabi Haifa, que disputaba la Youth League este curso, se retiró de la competición y será reemplazado por Sparta Praga en la segunda ronda.
La UEFA ya aplazó dos partidos internacionales, el clasificatorio para la Eurocopa 2024 entre Israel y Suiza, inicialmente previsto el 12 de octubre y que se jugará el 15 de noviembre en un lugar por determinar, y el Kosovo-Israel, del 15 de octubre, que fue aplazado después de que las autoridades prohibieran a su seleccionado “viajar al extranjero.
En Israel más de 1.400 personas murieron tras el ataque sin precedentes de Hamás el 7 de octubre, según las autoridades del país, y 203 fueron secuestradas. Ese episodio abrió las puertas de una guerra del país contra esa organización terrorista, que domina la Franja de Gaza.
Por otro lado, el ente europeo ha dado por finalizado el partido Bélgica-Suecia, de la fase de clasificación para la Eurocopa 2024, que tuvo que ser suspendido el pasado lunes tras el ataque terrorista que acabó con la vida de dos seguidores nórdicos, con el resultado que se registraba al descanso (1-1). Por lo tanto se concedió un punto a cada selección.
El Ejecutivo asumió que ante la situación generada por el ataque terrorista en Bruselas era imposible continuar el partido al día siguiente, y que ambas federaciones expresaron explícitamente su deseo de no jugar el tiempo restante del partido y considerar el 1-1 como resultado definitivo, ya que, además, no afecta a la clasificación del grupo F, por cuanto Bélgica está clasificada para la Eurocopa y Suecia eliminada.