Tras el doloroso revés encajado ante el Real Madrid en la Liga de Campeones y el tropiezo días después en la Premier ante el Crystal Palace, en un duelo que acabó sin goles, el Liverpool volvió a sonreír con un balsámico triunfo en Anfield contra el Wolverhampton de Julen Lopetegui, aún amenazado por el descenso.
No brilló el cuadro de Jürgen Klopp que no encontró el desahogo hasta el tramo final, cuando apareció el acierto con los tantos del central neerlandés Virgil Van Dijk y del egipcio Mohamed Salah que premiaron la insistencia red frente un rival que decayó en la segunda parte.
Acerca a la zona europea el reencuentro con la victoria red, ahora instalado en la sexta plaza, a solo dos puntos, aunque con un partido más, que el Newcastle, el equipo que marca la zona continental.
No logró salir del bache el Wolverhampton que lleva ya tres duelos sin ganar y que está a solo tres puntos del Everton, antepenúltimo y en descenso. Y eso que puso en aprietos al cuadro de Klopp.
Fue de los wolves la primera ocasión, en las botas de Joao Moutinho, uno de los destacados de los visitantes.
El Liverpool amenazaba con Harvey Elliott. El joven red tuvo, de cabeza, la gran oportunidad local en la priemra mitad, tras un pase desde la izquierda de Darwin Núñez. Y después con un disparo desde la frontal que desbarató con una gran parada Jose Sa.
Lopetegui recurrió a Adama Traore, que sustituyó a Pablo Sarabia. Pero el Liverpool había empezado a apretar. Darwin Núñez marcó, pero el VAR vio falta previa y lo anuló.
Sin embargo, subió al marcador el que hizo Van Dijk en el 73, cinco minutos después. Nació en un balón parado lateral que cabeceó el central, desvió el meta y recogió Diogo Jota que lo volvió a enviar al área pequeña donde el defensa neerlandés ya no falló.
El gol tranquilizó al Liverpool, que sentenció cuatro después, en una gran acción por la izquiedad del griego Konstantinos Tsimikas que terminó con un centro a Mohamed Salah, dentro del área, que solo tuvo que empujar el balón.