Llevan ya casi una década juntos, a través de la cual lograron consolidar su familia de la mano de la llegada de sus pequeños, Sasha y Milo. Y, si bien han sabido sortear las turbulencias de una relación que marcha viento en popa, lo cierto es que Shakira y Gerard Piqué nunca han pasado por el altar. Por eso, invitados al ciclo norteamericano 60 minutes, era inevitable que surgiera esa inquietud.
“El matrimonio me asusta mucho, no quiero que él me vea como la esposa. Prefiero que me vea como su novia, su amante. Un poco como la fruta prohibida”, explicó al respecto la cantante colombiana.
“Quiero que piense que todo es posible dependiendo del comportamiento”, agregó luego con picardía, al tiempo que cruzaba las miradas con el defensor del Barcelona.
Al recordar los inicios de su relación, durante la grabación del videoclip de Waka Waka, el tema oficial de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, dijo: «No era una fanática del fútbol así que no sabía quién era. Pero cuando vi el video pensé, ‘ese chico es bastante lindo’. Y después alguien decidió presentarnos”.
Según su testimonio un tiempo atrás respecto a cómo llevan adelante su rutina diaria, Shakira dijo que ellos nunca han sido “una pareja tradicional”. En ese sentido, profundizó: «No es que tengamos un acuerdo escrito en el que nos repartimos las tareas, pero los dos somos padres muy involucrados y nos vamos manejando como podemos, apoyándonos mutuamente y también mucho en nuestras familias. No sabemos otra manera de hacerlo”.
“A veces es difícil cuando uno no puede ver a los niños durante un mes o más. Es duro, pero hacemos llamadas por Facetime, así que estamos en constante comunicación y eso ayuda”, agregó sobre sus estrategias para sobrellevar la distancia y el estar lejos de los chicos.
Claro que no todo fue color de rosas para ellos en estos casi diez años, y la propia artista lo explicó en su momento. «No ha sido una experiencia positiva porque me convertí en una persona muy pesimista. Estaba amargada y era imposible estar cerca de mí. Gerard vio lo peor de mí”, reveló sobre la época en que sufrió una hemorragia en sus cuerdas vocales que no le permitía cantar.
“Siempre supe que habría cosas en mi vida que se irían, como la belleza, la juventud, todas esas cosas. Pero nunca pensé que mi voz me dejaría, porque es tan inherente a mi naturaleza. Era mi identidad. Así que cuando no pude cantar, fue insoportable. Hubo ocasiones en las que no podía salir de mi cama, estaba tan deprimida”, reconoció sobre uno de los momentos más difíciles para ella a nivel personal y profesional.
“Siempre estaba enfadadísima, y él necesitaba que hablara. Me ha visto tantas veces salir llorando porque pensaba que no podría volver a mi carrera. Me decía que no quería un futuro con una mujer amargada, que todos estaban haciendo música por ahí mientras yo estaba encerrada en casa con los niños. En esos meses sin hablar, mi relación con Gerard se vio afectada”, reconoció.