Las intensas tormentas de verano que inundaron partes de Las Vegas el jueves por la noche —las cuales provocaron que el agua cayera en cascada desde los techos de los casinos y se acumulara en la alfombra de una área de apuestas deportivas del tamaño de un estadio— formaban parte de un patrón monzónico regional que podría repetirse hasta el fin de semana, dijo un funcionario del Servicio Meteorológico de Estados Unidos el viernes.
“Nos encontramos justo en el centro de la parte más activa”, dijo John Adair, un meteorólogo veterano de la oficina del servicio meteorológico cercana al Aeropuerto Internacional Harry Reid de Las Vegas. “Está resultando ser una temporada de monzones bastante activa, en comparación con los últimos cinco años aproximadamente. Hay muchas posibilidades más de que se desarrollen tormentas”.
El patrón meteorológico anual ha traído consigo una serie de tormentas por todo el suroeste de Estados Unidos. Esta semana, un conductor fue rescatado de un vehículo atrapado por las aguas en la zona de Phoenix, y un grupo de jóvenes conservacionistas abandonaron su camioneta en el Cañón de Chelly, en la Nación Navajo, cuando se hundió en el lodo y el agua subió a su alrededor.
Las repentinas inundaciones han anegado cuencas que normalmente están secas en los desiertos de baja altitud. Algunas partes de las montañas Hualapai, en el condado Mohave, recibieron hasta 15,2 centímetros (6 pulgadas) de lluvia en los últimos días, dijo Adair.
Aunque la lluvia es bienvenida en una región azotada por la sequía, genera dolores de cabeza en los vecindarios donde los incendios forestales han despojado la tierra de vegetación, que suele reducir el avance de las aguas y absorberlas parcialmente.
La gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, dijo el jueves que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias concedió una petición de incluir en la declaración de desastre del estado los efectos de las inundaciones y los desprendimientos de tierra en ciertos condados afectados por los incendios forestales de este año.
En el norte de Arizona, los residentes de Flagstaff se han acostumbrado a las constantes alertas emitidas por los teléfonos móviles y a las sirenas de los alrededores que alertan de inundaciones inminentes.
Bret Henneman calcula que tiene unos 3.500 sacos de arena alrededor de su casa, al norte de Flagstaff, donde dos incendios forestales ardieron hace algunos meses. Su esposa cuidaba a los niños y tenía la puerta trasera abierta hace dos semanas cuando cayó una fuerte lluvia y unos cuantos centímetros de agua y lodo ingresaron a la casa.
Por otro lado, clientes de casinos publicaron videos de agua que caía de los techos en los hoteles Caesars Palace y Planet Hollywood en el Strip de Las Vegas y de la parte trasera de una enorme pantalla de video en el área de apuestas del hotel-casino Circa del centro de la ciudad. En un video se podía ver a un hombre que seguía apostando en una máquina tragamonedas mientras el agua caía a su alrededor.
“Una noche que nunca olvidaremos”, tuiteó Derek Stevens, propietario del Circa.
“El clima de anoche tomó a Las Vegas por sorpresa y no fuimos la excepción”, declaró Stevens el viernes. “Pero el espectáculo debe continuar y estoy feliz de compartir que ya se están realizando reparaciones”.
En palabras sencillas poco a poco la humanidad se dará cuenta de lo insignificante que somos como humanos. Las calles de la vegas se parecen a las de tecla cuando se inundan.