Una mujer, en el municipio de La Virginia, en Colombia, quedó atorada en las rejas de una puerta, al introducir su cabeza para ver que hacía su vecina.
oras atrapada entre esos barrotes de metal, antes de que algún buen samaritano acudiera a su rescate.
Los bomberos de la localidad, al percatarse de la situación, no lograron resistir la sonrisa en su rostro.
Aún no se explican cómo fue que la señora haya introducido su cabeza en un lugar tan estrecho como las rejas de esa puerta.
Y como era de esperarse, los internautas, ni cortos ni perezosos, comentaron acerca de la mala suerte de la mujer.