Dinamarca expulsará del país a quince diplomáticos rusos, a los que acusa de actuar como espías y ser un riesgo para la seguridad nacional, anunció el ministro de Asuntos Exteriores danés, Jeppe Kofod. Habló de paso «histórico» y recordó que otros países europeos han tomado medidas similares en los últimos días. «No queremos espionaje en suelo danés, por eso serán expulsados de Dinamarca ahora», afirmó.
La decisión de expulsar a los diplomáticos, que según Copenhague son oficiales de inteligencia y deberán abandonar el país en 14 días, le fue comunicada al embajador ruso durante una reunión celebrada este martes.
El Ejecutivo socialdemócrata danés condenó además en un comunicado la «brutalidad» de Rusia en la guerra contra Ucrania y acusó a Moscú de cometer crímenes contra la humanidad, mencionando expresamente la matanza de civiles en la localidad de Bucha, que Kiev atribuye a las tropas rusas.
Por su parte, el ministro de Exteriores italiano, Luigi di Maio, anunció también, desde Berlín, que se ha comunicado la expulsión de 30 diplomáticos de la embajada rusa por ser un riesgo «para la seguridad nacional», siguiendo las decisiones que han tomado otros países europeos.
Di Maio, que se encuentra en Berlín para la conferencia del Grupo de apoyo a Moldavia, anunció que hoy se convocó al embajador ruso en Italia, Sergei Razov, para comunicarle la expulsión de estos 30 diplomáticos considerados «persona non grata» y además, agrego que se produce «en el contexto de la situación actual de crisis consecuente a la injustificada agresión a Ucrania por parte de la Federación de Rusia».
También Suecia expulsará a tres diplomáticos rusos, anunció en esta jornada la ministra de Relaciones Exteriores, Ann Linde. «Hoy, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha… decidido deportar a tres diplomáticos rusos cuyo trabajo en Suecia no está de acuerdo con la Convención de Viena», dijo Linde a los periodistas.
Tras Alemania y Francia
Suecia, Italia y Dinamarca siguen así la decisión de expulsar a diplomáticos que ya habían tomado países como Alemania o Francia en las últimas horas, aunque Italia no comunicó aún los plazos para que estos funcionarios abandonen el país.
El Gobierno alemán declaró ayer «persona non grata» a 40 diplomáticos rusos de la embajada de Berlín, asimismo considerados espías, a los que se ha dado cinco días para abandonar el país.
Francia por su parte comunicó la expulsión de «numerosos» diplomáticos de ese país al considerar contraria su actividad a los «intereses de seguridad» nacionales.
Rusia reacciona
«Rusia dará la respuesta correspondiente», dijo a la prensa la portavoz de Exteriores ruso, María Zajárova. El viceministro de Exteriores, Alexandr Grushkó, afirmó a su vez que las expulsiones son una «campaña planificada» y advirtió de que sus consecuencias se percibirán durante mucho tiempo.