Cruzada contra las cúpulas partidarias

Por Fredis Pereira

Ahora que la cruzada contra las cúpulas es moda otra vez; recordemos que repetitivas son las andanzas de las cúpulas partidarias. También resulta que los adalides de las cruzadas contra las cúpulas, tarde o temprano, cuando tienen éxito, se convierte en una nueva cúpula que repetirá, de alguna forma, las viejas andanzas de este sistema político lleno de imperfecciones. Me refiero a cúpula como lo define la real academia de la lengua española, conjunto de los máximos dirigentes de un partido.

En sentido pragmático, el mal de uno resulta en bien para otro, así mientras hay personas rechazando las decisiones de una cúpula, otros aplauden y elogian; así alimentan la lucha entre seguidores y detractores de los máximos dirigentes partidarios. Sin ánimo de ser exhaustivo, me referiré a diversas experiencias de la política salvadoreña para contextualizar las cruzadas contra las cúpulas.

El principal partido fundado por la ex guerrilla, FMLN, que se organizó para luchar contra los abusos de las cúpulas militares; partido que ha sido dirigido por diversas cúpulas desde su constitución como partido político.

En la historia de estas cúpulas hay momentos de purgas y cismas partidarias como: cuando Joaquín Villalobos se retiró para fundar el Partido Demócrata (PD); cuando se retiró Dagoberto Gutiérrez con su Tendencia Revolucionaria; cuando fue expulsado Facundo Guardado, que luego fundó el partido Movimiento Renovador (MR); y cuando un grupo significativo de militantes fueron expulsados, que fundaron el partido Frente Democrático Revolucionario (FDR). Estos son algunos prominentes líderes guerrilleros que perdieron relevancia dentro del reparto del poder partidario, que fracasaron en su intento por hacerse espacio dentro del sistema político salvadoreño.

En el año 1999, cuando Nayib se involucra como publicista del FMLN, se habían expulsado o eliminado del padrón a cientos de militantes; en esos días, este publicista tenía otros intereses, no albergaba un repudio por todos estas acciones de la cúpula; dicho sea de paso, que los votantes siguieron apoyando a este partido y contó con el apoyo decidido de su publicista, mientras la deuda política pagar la publicidad. En esos días, las decisiones de la cúpula eran aplaudidas por los seguidores, y, repudiadas por los expulsados; aun con todo, era el único partido que tenía proceso de votación interna de su militancia para elegir candidatos a cargos públicos.

Las elecciones internas distinguían al FMLN, aunque se opacaban con denuncias de fraude, que profundizaban la división interna después de cada proceso de votación, debilitándoles frente a los partidos rivales. Pero el año que Nayib Bukele fue electo candidato para la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, la cúpula decidió, la voz de Roberto Lorenzana influyó en la decisión.

No se hicieron votaciones internas para consultar las bases del partido; la cúpula decidió, gracias a una reforma de los estatutos del año 2006. Los candidatos electos bajo este sistema por decisión de la cúpula, seguro aplaudieron la decisión favorable, no había razón para arremeter contra la cúpula; en ese momento de alegría, no podían ser mal agradecidos. En esos días, todavía no se decía ARENA 2.0 para referirse al FMLN, pues quizá Nayib no había descubierto que el gobierno del FMLN favorecía con millonarios contratos a una empresa publicitaria de un allegado de la cúpula, a OBERMET, no había descubierto esta semejanza con ARENA.

El partido ARENA por su parte, fundado entre otros, por el Mayor Roberto d’Aubuisson, cuya consigna principal era luchar contra el comunismo. Este partido no tuvo elecciones internas como el FMLN. Las pugnas por el control partidario poco se han ventilado en público. Una de esas pungas fue en el año 2001, cuando la diputada Gloria Salguero Gross renunció a su militancia por serias diferencias con la cúpula partidaria: el Consejo Ejecutivo Nacional (COENA), para luego fundar el Partido Popular Republicano (PPR), proyecto que estuvo marcado por rivalidades internas durante su existencia, que consiguió solo una diputación antes de extinguirse.

Pese a las críticas que Salguero hizo contra el COENA, tres años después se reintegró al partido de Roberto d’Aubuisson. Además, en el año 2009, después que ARENA perdiera las elecciones presidenciales, un grupo de 12 diputados se rebelaron contra la cúpula para fundar el partido GANA, que según se reconoce fue gracias al apoyo de Tony Saca, quién también fue expulsado de ARENA en ese contexto de rebelión. Como comprenderán la cúpula que expulsó al ex presidente Tony Saca, a pesar de las divisiones, consiguió apoyo mayoritario para mantener relevancia política; mientras los rebeldes nunca han logrado más de 11 diputaciones.

En otros partidos también han existido discordias con la cúpula, aunque no siempre han tenido gran relevancia. Así por ejemplo, en la lucha por el liderazgo dentro del PDC, Will Salgado terminó expulsado en junio de 2010; mientras Rodolfo Parker consolidó su posición como secretario general con el apoyo mayoritario de la militancia. Valga aquí recordar que el PDC que fundó Napoleón Duarte, en quién mucha gente confió, al grado de gritar “con Duarte aunque no me harte”, se debilitó por diversas divisiones internas, y en el año 2011 fue cancelado, porque en las elecciones presidenciales de 2004 no alcanzó los 50 mil votos exigidos por la ley, algo parecido a la cancelación del CD.

Ahora bien, las quejas o luchas contra las cúpulas es producto de rivalidades por el poder partidario. Esta lucha a veces debilita a los partidos, pero es insuficiente para cumplir el sueño de los disidentes expulsados. Así por ejemplo, el PDC de Rodolfo Parker sigue existiendo, a pesar de haber expulsado a Will Salgado, uno de los alcaldes más populares de ese momento. Además, las quejas contra las cúpulas son insuficientes para que la gente abandone el partido de su afinidad; por ejemplo, hace algunos días el diputado de GANA, Osiris Luna, se quejó porque la dirigencia le estaba bloqueando dentro de la Asamblea Legislativa, seguro se mantendrán dentro del partido mientras le convenga.

Uno pensaría que la cúpula de un nuevo partido está libre rivalidades internas, pero no es así. Hace algunos días, Roy García, dirigente fundador de Nuevas Ideas, denunció a la cúpula de este partido, porque están tomando decisiones fuera de los ideales que motivaron a los fundadores. Este líder en protesta, junto a un grupo de miembros de Nuevas Ideas ha endosado apoyo a Hugo Martínez, candidato que triunfó en las elecciones internas sin el apoyo de la cúpula del FMLN.

Otro líder de Nuevas Ideas, Dagoberto Gutiérrez, también cuestionó que Nayib se inscribiera como candidato de GANA sin haber consultado las bases del movimiento; pero Dagoberto sueña con decapitar a lo que llama “la serpiente de dos cabezas”, así que ha superado su divergencia, racionalizando que, en efecto, Nayib es solo el instrumento para cumplir su sueño de años.

Comprendamos que en la lucha por el poder político, los vencedores ocupan los puestos de dirección partidaria y del Estado, y los perdedores, en el mejor de los casos, lideran iniciativas que con frecuencia fracasan; porque las cúpulas les bloquean, y les acusan de traidores o de otras cosas. Así como tildaron de traidor a Dagoberto Gutiérrez en el FMLN, ahora también, algunos seguidores de Nuevas Ideas, lo califican de traidor en las redes sociales, por haber cuestionado la decisión de su líder supremo. También los seguidores del líder celeste tratan de rata o de estafador, en las redes sociales, a Roy García. Tal parece que las cúpulas siempre tienen detractores, y seguidores que aplauden sus decisiones; así la lucha entre seguidores y detractores de las cúpulas continúa.

Alguien pensará que estos luchadores por el poder son irreconciliables, la verdad no es así. Félix Ulloa que afirmó que GANA era lo peor en política, se afilió a ese partido por una candidatura. El ex alcalde de San Salvador, el doctor Héctor Silva, que fue expulsado del FMLN y acusado de traidor, se integró como funcionario del primer gobierno del FMLN. Los políticos sabes hacer nudos y deshacerlos según les convenga.

En fin, las cúpulas tienes seguidores incondicionales, otros que apoyan por beneficios, y naturalmente tienen detractores que les cuestionan y que buscan el poder que la cúpula ostenta; así que seamos precavidos, evitemos sudar calenturas ajenas, evitemos que la cruzada contra las cúpulas nos distraigan de las cosas que de verdad importan, exijamos soluciones viables a los problemas prioritarios que afectan a nuestro país.