Con la participación de 20 paracaidistas, entre experimentados y estudiantes, esta mañana la Federación Salvadoreña de Paracaidismo realizó una jornada de saltos de práctica, en las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Ilopango.
Al evento, que abrió el calendario de actividades de la federación para el 2021, asistió el atleta Marlon Henríquez quien, a pesar que había llegado como espectador, no ocultó sus ansias por seguir aprendiendo y saltando.
“Cada salto es totalmente distinto. En cada uno siempre hay un poco de temor, miedo, pero es un miedo que se domina”, comentó Henríquez, de 24 años, estudiante de aviación y paracaidista experimentado.
Graduado como chef y aficionado a la fotografía, Marlon pertenece a la federación de paracaidismo desde hace cinco años, tiempo en que ha podido acumular una vasta experiencia en esta disciplina.

“Conocí sobre el paracaidismo en un show aéreo en que se realizó un salto de presentación de paracaídas, creo que fue en el 2015 que los conocí (a la federación), ellos mencionaron que quiénes querían pertenecer a la federación y me llamó la atención, y desde entonces ahí estoy”, recordó.
Con 89 saltos exitosos, una hora de túnel de viento y la oportunidad de haber saltado en México, Henríquez dice sentirse orgulloso de pertenecer a la Federación Salvadoreña de Paracaidismo, por las emociones que ha podido experimentar y porque gracias a ellos ha mejorado su posición de vuelo.
Incluso, Marlon pretende adquirir las licencias internacionalmente regidas por la USPA (United States Parachute Association) y poder compartir sus conocimientos con todos sus compañeros en El Salvador.
Pero surcar los cielos no es lo único que ha dominado su vida. A falta de un año para poder graduarse como piloto civil de la Escuela Flight Training, Marlon también es un emprendedor de la cocina.
“Tengo dos restaurantes que he podido montar junto a dos amigos. La idea comenzó hace siete meses, durante la cuarentena. Uno es de pizzas napolitanas, en Antiguo Cuscatlán (FU KING DK), y el otro es de hamburguesas, en Ilobasco (The Artisan Burgers)”, comentó.
“Mi sueño es poder tener mis propios restaurantes y que las personas puedan degustar de una de las cosas que más amo hacer: cocinar. También espero poder ayudar a otras personas brindándoles empleo”, reflexionó el joven chef.