Errores de los “notables” al tratar con el presidente

Por: Francisco José Ferman (*)

Al cabo de un año de tormentosa gestión presidencial en El Salvador, se produce en el foro político una reunión de “notables” del poder económico real, con el titular del poder político del Estado, Nayib Bukele.

¿Quién convoca la reunión, quién decide la calidad, número de la asistencia y fija el lugar, día y hora en que esta se efectuará? El presidente en su sede oficial y mediante una lista con los nombres de quienes él quiere tener en su presencia. Un acto que revierte la tradición política del ejercicio del poder económico, que antes convocaba al presidente en los términos y condiciones que dicha instancia le señalaba. Los concurrentes llegaron, a título personal, sin liderazgo y sin agenda colectiva, a una casa que es el epicentro del poder político, que días atrás había desconocido la representatividad de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), legítima institución que vela por los intereses del universo de la grande, pequeña y media empresa privada del país.

Entre los errores estratégicos cometidos por el grupo de los “notables” se hallan:

1) haber aceptado la convocatoria a una mesa en la que se discutirían temas del más alto interés para la República, la apertura gradual del mercado para evitar el derrumbe del sistema económico, sin tener liderazgo de grupo ni representatividad institucional lo que debilita la influencia política del sector. Solo “a ver que tiene que decir el presidente”.

Estos acercamientos políticos suelen producirse cuando se han agotado las instancias institucionales y no queda más alternativa que los entendimientos que no pueden partir de la buena fe ni de la confianza, entre las partes, pues lo que está en juego son los intereses subyacentes. Resultado: el presidente, como titular del poder político, aprovecha la debilidad del sector empresarial e incumple, al menos, uno de los entendimientos, la apertura gradual de la economía a partir del 6 de junio.

2) El grupo de “notables” acude a su propio funeral pues, al carecer de representatividad, ha dejado de ser grupo dirigente de un sector que habría sido la verdadera fuente de su poder político y habría evitado que el presidente osara expresarse y actuar como lo ha hecho.

3) En medio de este agitado escenario los “notables” pierden de vista el hecho de que, en todo esto, se perfilan las figuras de sujetos que, en el pasado y, aún ahora, se encuentran entre sus más cercanos servidores, sus actuales “consiglieri”, que fueron siempre aparentes enemigos ideológicos del poder económico, pero que lucran a costa de este.   

4) ¿A quién benefició o perjudicó esta reunión? Al aceptar y asistir a la convocatoria, los “notables” admitieron públicamente su condición de poder económico real, lo cual genera responsabilidad política al quedar en evidencia que el evento no tuvo como objetivo buscar fórmulas para cuidar de la salud del pueblo, sino salvaguardar intereses económicos puestos en riesgo por el desenfrenado poder político del presidente quien mantiene su voluntad discrecional. El grupo también se ha expuesto al escarnio público al verse burlado públicamente por el presidente. Antes de la reunión: “¡Griten lo que quieran, la economía no se abrirá el 6 de junio!” Después de la reunión: “¡La economía se abrirá hasta julio…!”

5) Otra de las equivocaciones de los “Notables” ha sido haber permitido que la conducción del foro fuese del dominio de un representante del Ejecutivo lo cual constituyó un alarde de poder.

Finalmente, los “notables” Roberto Murray Meza, Francisco Calleja Malaina, Ricardo Poma, Roberto Kriete, Alexandra Araujo, Diego deSola, Mario Salaverría y Victor Jorge Saca, Andrés Tesak, se sentaron ante la mesa equivocada, inoportuna y mal colocada, dejando que la manejaran a su antojo Bukele, sus hermanos y otros personajes en la penumbra, entre quienes destaca el controvertido político democristiano, excandidato a la presidencia de la República, consejero de importantes empresarios del país, Fidel Chávez Mena.

(*) Abogado de la República