Si algo sorprende en Ocean’s 8: Las estafadoras, la nueva entrega de la franquicia iniciada hace 17 años y reservada ahora a un elenco íntegramente femenino, es la presencia de Sandra Bullock. Porque la ganadora del Oscar por Un sueño posibleno filmaba desde que tres años antes estrenó sin demasiada suerte Experta en crisis.
Más concentrada en criar a sus dos niños adoptivos como madre soltera, Bullock parece responder a las invitaciones sólo cuando son proyectos especiales, lo cual explica por qué a finales de este año se la volverá a ver en los Estados Unidos –en plena carrera por los premios– cuando llegue a los cines Bird Box, la nueva propuesta de la danesa Susanne Bier y en la que vuelve a compartir cartel con una de las «8», Sarah Paulson.
-¿Habló con George Clooney sobre lo de interpretar a su hermana en «Ocean’s 8»?
-Le contaré un secreto. En realidad George y yo somos la misma persona. Si se fija, nunca se nos ve a los dos en el mismo lugar… Hablando en serio, nos encontramos en la fiesta de un amigo y él me dio su bendición. Lo bueno de George es que sigue llevando la antorcha de aquel grupo. Nosotras quisimos divertirnos como lo hicieron ellos, pero no pudimos. No teníamos un bar en el set, ni nos tocó filmar en Las Vegas, pero queríamos mantener el mismo espíritu y lo logramos. Nuestra intención era que todos vieran a estas mujeres como una familia cuyos miembros se apoyan entre sí. Para mí, eso es más importante en la película que el golpe.
Más concentrada en criar a sus dos niños adoptivos como madre soltera, Bullock parece responder a las invitaciones sólo cuando son proyectos especiales, lo cual explica por qué a finales de este año se la volverá a ver en los Estados Unidos –en plena carrera por los premios– cuando llegue a los cinesBird Box, la nueva propuesta de la danesa Susanne Bier y en la que vuelve a compartir cartel con una de las «8», Sarah Paulson.
-¿Qué tiene Debbie que Danny no tiene?
-Pechos. Pero los dos son ladrones. Y eso no lo pueden resistir porque lo llevan en la sangre; en eso son similares. Siempre están confabulando para ver de qué manera pueden estafar. Para ellos no existe la vida normal. George supo dar a Danny su propia elegancia y vibración. Yo tuve que aprender cómo ser más calmada y no hacer tantas bromas. Aprendí a cerrar la boca cuando la quería abrir. Mi personaje es más relajado que yo en la vida real.
-Después del fracaso de la versión femenina de «Cazafantasmas», ¿temió que «Ocean’s 8» siguiera el mismo camino?
-Sí y no. Cada vez que uno hace una película, le aterra que pueda no funcionar. Especialmente en un caso como éste, donde éramos todas mujeres. Una siente una gran presión, porque si hubiese sido un fracaso, nos habría costado mucho volver a generar un proyecto así. Los hombres hacen películas que no funcionan y luego igual hacen una secuela. Pero las mujeres no podemos darnos ese lujo.Cazafantasmasreunió a cinco de las mejores comediantes del planeta. Pero no fueron ellas solas las que hicieron esta película. Tal vez deberíamos analizar dónde estuvieron los errores para no repetirlos. Esas cinco mujeres que son, insisto, las mejores comediantes del planeta, no tenían el control.
-¿El verdadero avance en Hollywood será cuando una superproducción protagonizada por mujeres ya no sea noticia?
-Exacto. Tenemos que ponernos como meta que de aquí a un año no se hable de este tema, porque entonces las cosas habrán cambiado.
-Uno de los talentos de su personaje es saber pasar desapercibida.
-Es curioso, pero como mujer me siento muy cómoda cuando me ignoran. Es extraño, sobre todo tras haber elegido esta profesión. Pero cuando salgo no quiero que me vean ni que sepan quien soy, y preferiría que nadie me prestara atención. Claro que si te ignoran a nivel profesional es desalentador. Es algo que aprendí tarde en mi carrera. Fue al darme cuenta de que me estaba ocurriendo por ser mujer. Fue devastador. Mi madre me crió de forma tal que no tenía idea de que había diferencias entre hombres y mujeres hasta mucho después. Ella me dijo que no necesitaba casarme para tener dinero.
-¿Cree que las mujeres son más inteligentes que los hombres?
-Sí. Además, sabemos mentir mejor. Nos salimos con la nuestra porque podemos mentir muy bien.
Fuentes: La Vanguardia y Clarín