A pesar de que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) intentó mantenerse al margen del conflicto entre Rusia y Ucrania, durante la mañana de este viernes 25 de febrero, a dos días de que comenzara la invasión, anunció que no se permitirá la participación de una representación rusa en el Festival de la Canción Europea Eurovisión porque desacreditaría la competencia.
La Unión Europea de Radiodifusión, por sus siglas en inglés ABU, es la organizadora oficial del festival Eurovision que se celebra cada año en alguna ciudad del continente Europeo. Este 2022 se tiene contemplado que la competencia se lleve a cabo a principios de mayo en Italia. Debido a la crisis política que se está viviendo actualmente entre Rusia y Ucrania, algunos países europeos y organizaciones internacionales han comenzado a tomar medidas al respecto.
En esta ocasión, la ABU tomó la decisión de cancelar la participación de algún representante ruso en la competencia debido a que se ha reportado que los bombardeos e invasión en Ucrania corre por parte de tropas rusas. La organización dio a conocer su resolución a través de un comunicado que se publicó en la cuenta oficial de Twitter de Eurovisión.
“La junta ejecutiva de la EUB tomó la decisión siguiendo una recomendación hoy del órgano rector de los concursos de canciones de Eurovisión […] la decisión refleja la preocupación de que, a la luz de la crisis sin precedentes en Ucrania, la inclusión de una participación rusa en el concurso de este año desacreditaría a la competencia”, se lee en el comunicado.
De acuerdo con la organización del festival, la decisión se tomó durante la mañana de este viernes en consenso como medida ante los ataques en contra de Ucrania, luego de que tan sólo unas horas antes se pronunciara a favor de seguir con la competencia como estaba previsto, así lo dio a conocer a través de un breve mensaje confirmado por la emisora pública estadounidense NPR.
De acuerdo los reportes, la petición principal surgió por parte de UA:PBC, una cadena ucraniana que consideraba necesario expulsar al artista que representaría a Rusia en Eurovisión debido a que sería: “un portavoz del Kremlin y una herramienta clave de propaganda política financiada con el presupuesto estatal ruso”.
Hasta ese momento, la UER creía en la posibilidad de seguir con el festival sin cambio alguno, pero tras la gravedad de la situación que ya está afectando a nivel mundial decidió cambiar de opinión: “El Festival de la Canción de Eurovisión es un evento cultural apolítico. Sin embargo, la UER está preocupada por los acontecimientos actuales en Ucrania y continuará vigilando de cerca la situación”.
A pesar de la medida que se tomó, la organización mantiene firme que Eurovisión es un festival cultural apolítico que no debería verse perjudicado por problemas externos, pero tampoco quiere impactar negativamente en los valores de la audiencia porque su principal objetivo es promover el intercambio cultural entre connacionales y extranjeros.
“Seguimos dedicados a proteger los valores de la competencia cultural que promueve el intercambio y la comprensión internacionales, reúne al público, celebra la diversidad a través de la música y une a Europa en un solo escenario”, concluyó el comunicado publicado este viernes.