Para que Jennifer Lopez pueda ser la exitosa artista que es, requiere de la ayuda de un gran equipo, no solo que la asista en los camerinos y sobre los escenarios, sino también alguien que se encargue de completar sus tareas como mamá de dos hijos.
Así que requiere del apoyo de un par de niñeras que puedan cuidar a sus mellizos Emme y Max cuando ella no está en casa. Lo cual puede ser sumamente agotador, puesto que la cantante viaja constantemente y durante las largas jornadas de trabajo, ya sea mientras filma una película u ofrece un concierto, suele pasar muchas horas fuera de casa.
Sin embargo, tiene una serie de intimidantes reglas que obligan a las niñeras a renunciar a la semana y, es que la cantante les exige que trabajen los siete días de la semana por 16 horas seguidas.
Así lo reveló una fuente cercana a Jennifer Lopez a National Enquirer, quien declaró que JLo pretendió que “una sola niñera no sólo se ocupara de los dos mellizos, sino que trabajara 16 horas al día, siete días a la semana”, contó el informante.
De acuerdo con la fuente, esto rebasaría los límites de los estándares permitidos en cualquier oficina convencional. Debido a la excesiva carga de trabajo, la primera de sus niñeras renunció, así como la segunda.
“Contrataron a una segunda niñera, que era maravillosa con los gemelos, pero no podía soportar trabajar tantas horas sin descanso”, se informó en el artículo. Fue entonces cuando Jennifer Lopez y su ex pareja, Marc Anthony, buscaron “desesperadamente a la niñera número tres” y parece ser que ésta sí pudo cargar con las exigencias que la Diva del Bronx imponía.
“Normalmente, las personas que ganan grandes sumas de dinero y tienen muchas obligaciones profesionales y sociales contratan una niñera por cada hijo”, explicó la fuente.
Ahora Jennifer Lopez parece haber encontrado el equilibrio entre el trabajo y su rol como mamá, pues cuenta con el apoyo de Ben Affleck, ya que entre ambos suelen completar las tareas del hogar y además cuidar a sus hijos.
Además, los mellizos ya son unos adolescentes de 14 años que, aunque no han dejado de ser “los pequeños de mamá”, pueden hacer más cosas por sí mismos y se entretienen con sus propios intereses. Haciendo del trabajo de sus cuidadores algo más sencillo.