Matthew Perry, que sigue siendo recordado por su papel de Chandler Bing en Friends, lucha desde hace años con una serie de adicciones, sobre todo el alcoholismo que lo llevó a tener pocos recuerdos de las dos últimas temporadas del exitoso show que protagonizó junto a Jennifer Aniston, Lisa Kudrow, Courteney Cox, Matt LeBlanc, y David Schwimmer.
El actor, que siempre fue sincero sobre sus problemas personales, fue visto recientemente en un lamentable estado mientras, al parecer, se encontraba en una cita con una desconocida mujer en Los Ángeles. Las imágenes han dejado en shock a sus fans alrededor del mundo.
Perry, de 50 años, fue capturado por los paparazzi que merodeaban en el lugar. En las imágenes se lo puede ver en la puerta del restaurant italiano el sábado por la noche, donde lucía desaliñado, con ropa de talla grande, el cabello despeinado, y un rostro demacrado.
Las fotos han hecho a muchos pensar si es que el actor ha recaído nuevamente en el abuso de sustancias, problema que ha arrastrado desde los 90 cuando formaba parte de Friends.
Matthew Perry y su historia con las adicciones
A lo largo de los diez años (de 1994 a 2004) que duró la exitosa comedia, el actor atravesó momentos muy duros debido a sus problemas con las drogas y el alcohol.
El oriundo de Massachusetts tiene un historial triste con las adicciones y ha sido muy abierto para hablar de sus problemas como, por ejemplo, en 2016 cuando dio una entrevista a BBC Radio 2 en la que aseguró que no recordaba nada del rodaje de las últimas temporadas de Friends: “Estaba fuera de lugar”.
En 2013, la estrella de Hollywood habló por primera vez sobre su dura batalla contra el alcohol y el Vicodin. «No podía parar», dijo el actor a la revista People. «Con el tiempo las cosas se pusieron tan mal que no podía ocultarlo, y entonces todo el mundo lo sabía».
“Soy una persona reservada, pero estaba en un programa que lo veían treinta millones de personas. Era público lo que me estaba sucediendo”, reconoció en su momento. Recorrió un largo camino para conseguir recuperarse y estar “libre” de todo tipo de sustancias, teniendo que ingresar hasta dos veces en rehabilitación: “No se puede tener un problema de drogas durante 30 años y luego esperar que se solucione en 28 días”.
A mediados de los 90, el actor padecía de una fuerte adicción al Vicodin como al alcohol. Esto lo condujo a internarse en 1997 para rehabilitarse y luego en 2001.
“Durante unos ocho meses estuve encantado de ser famoso, hasta que me di cuenta de que la fama no iba a arreglar las cosas que no funcionaban. Creía que la popularidad me haría feliz, pero no fue así. Y me llevé una profunda decepción”, afirmó en una entrevista sobre el éxito de Friends, serie que protagonizó entre 1994 y 2004.
En 2002, relató a la revista People que tras un accidente en jet ski fue medicado de analgésicos que, finalmente, se hizo adicto a estos. “Desde el principio me gustó cómo me hizo sentir, y quería obtener más… estaba fuera de control».
Reconoció que, tras 28 días de rehabilitación en 2000, tiempo en el que estuvo sobrio, recayó para luego tener una severa pancreatitis a causa del excesivo consumo de alcohol: “Eso todavía no fue suficiente para que dejara de beber”.
El 2001 fue, quizás, el año más duro para el actor. Se presentaba en el set de Friends con terribles resacas a consecuencia del consumo permanente de vodka. El actor no podía ni siquiera interpretar sus líneas.
Tras 10 años de sobriedad en 2011 fue cuando, por voluntad propia, decidió volver a rehabilitación para tener controlada su sobriedad. En 2015, estuvo internado tres meses a consecuencia de una cirugía para curar una perforación gastroinestinal.