Si esto se empieza a convertir en una costumbre, puede llegar a ser algo realmente peligroso, no solo porque obviamente la Policía tenga que atender este tipo de llamadas, sino porque las estrellas van a vivir en un estado constante de nerviosismo. Ya le ocurrió a Britney Spears cuando sus fans sobreentendieron, porque así lo decidieron, que la artista estaba en problemas y le enviaron a las autoridades a su casa. Y, ahora, eso mismo le ha ocurrido a Billie Eilish.
La casa de Los Ángeles de la autora de éxitos comoBad GuyoHappier than Everse convertía este miércoles en el centro de una operación policial totalmente innecesaria en el que varios coches patrulla del Departamento de Policía de Glendale se tuvieron que personar en el hogar de Eilish, lo que por supuesto llamó la atención de sus vecinos y, después, de sus fans.
Los agentes, según luego ha informado el propio departamento, estaban respondiendo una llamada de auxilio en la que se pedía al cuerpo de seguridad que verificara el bienestar de la artista, lo cual fue rápida y fácilmente comprobable en cuanto pudieron hablar con varias personas del equipo de la cantante.
El miedo provenía, ante todo, de que Eilish ya ha tenido varios encontronazos con acosadores en su casa, siendo el último un hombre de 39 que había intentado entrar en la vivienda de sus padres para «declararle su amor» a Eilish, por lo que pidió una orden de alejamiento con él.
Sin embargo, en esta ocasión la falsa alarma provenía de fuera, por lo que la policía hubo de intervenir. Fuentes policiales han confirmado a medios comoTMZque lo más probable es que se tratase de un «prankster«, alguien que gasta bromas pesadas y de mal gusto y que en este caso le tocó el turno a Billie Eilish.