La cantante irlandesa Sinéad O’Connor fue encontrada inconsciente por la Policía y declarada muerta en una dirección residencial en el sureste de Londres este miércoles, dijo la Policía Metropolitana de Londres en un comunicado de prensa este jueves.
La muerte de la cantante no está siendo tratada como sospechosa, dijo la Policía Metropolitana.
«La policía recibió una llamada a las 11:18 horas del miércoles 26 de julio en la que se informaba de una mujer que no reaccionaba en una dirección residencial de la zona SE24», dice el comunicado de la Policía.
«Los agentes acudieron al lugar. Una mujer de 56 años fue declarada muerta en el lugar. Se ha informado a los familiares. La muerte no se considera sospechosa», agrega el comunicado.
“Los familiares han sido notificados… Se preparará un expediente para el juez de instrucción”, añadió el comunicado policial.
En el derecho inglés, las investigaciones se celebran para examinar muertes violentas, no naturales o inexplicables. Se trata de determinar el lugar, el momento y el tipo de muerte, pero no de culpar a nadie.
La familia de la cantante, nacida en el condado de Dublín y autora de 10 álbumes, había anunciado su fallecimiento la víspera a medios irlandeses. “Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinead. Su familia y amigos están devastados y piden privacidad en este momento tan difícil”, indicaron en una declaración difundida por la radiotelevisión pública irlandesa RTE.
Sinéad O’Connor lanzó su primer álbum, «The Lion and the Cobra», en 1987 y obtuvo un gran éxito entre la crítica. Sin embargo, fue el segundo álbum de O’Connor, «I Do Not Want What I Haven’t Got» en 1990, el que le abrió camino como una cantante muy conocida.
Su interpretación de la canción de Prince «Nothing Compares 2 U» saltó al número 1 en 1990, impulsada por el video musical que mostraba a la artista con el pelo muy corto y un suéter de cuello alto.
La canción recibió varias nominaciones a los premios Grammy y se llevó los galardones de MTV al video del año y al mejor video de una artista femenina.
En los años siguientes, O’Connor protagonizó varias polémicas, entre ellas la vez que rompió una foto del papa en el programa “Saturday Night Live”, cuando se convirtió en sacerdote de un grupo católico y las ocasiones en las que recurrió a las redes sociales para ventilar sus problemas personales y arrebatos.
En los últimos años, O’Connor habló abiertamente sobre su lucha contra la adicción y la salud mental, y detalló su experiencia en sus libro de memorias de 2021 «Rememberings».
La irlandesa, que en 2018 anunció su conversión al islam, dio también que hablar con una serie de polémicas.
Dijo que había sido maltratada por su madre durante su infancia y criticó enérgicamente a la Iglesia católica, a la que acusaba de no haber protegido a los niños víctimas de abusos sexuales a manos de religiosos. En 1992 rompió ante una televisión norteamericana un retrato del papa Juan Pablo II.
En 1999 protagonizó otra polémica cuando una iglesia irlandesa disidente la ordenó sacerdotisa.
Reconocible por su cabeza rapada, la cantante desapareció después poco a poco de los focos, aunque en 2005 regresó con su álbum reggae “Throw Down Your Arms”, tras haber vivido un período en Jamaica y experimentado con las creencias rastafaris. Su último trabajo publicado fue “I’m not Bossy, I’m the Boss” en 2014.
Compromiso valiente, talento inigualable
En los últimos años, O’Connor se explayó en redes sociales, amenazando a sus antiguos socios con llevarlos ante la justicia, y hablando de sus problemas de salud física y mental e incluso de sus pensamientos suicidas y su diagnóstico de bipolaridad.
En 2022, su hijo Shane, de 17 años, se quitó la vida. O’Connor, que tiene otros tres hijos, tuvo que ser hospitalizada tras afirmar en las redes sociales que también ella estaba considerando el suicidio.
A principios de julio, se la pudo ver en un vídeo publicado en una cuenta de la red social Twitter, ahora rebautizada X, donde aseguraba querer demostrar que era la dueña de dicha cuenta y hablaba sobre su dolor tras el suicidio de su hijo.
También mencionaba que se había mudado a Londres y, después de 23 años de ausencia, afirmaba querer terminar un nuevo álbum.
Desde líderes políticos hasta músicos de renombre, los tributos a la cantante no cesaron desde el anuncio de su fallecimiento.
El presidente de Irlanda, Michael Higgins, elogió el “compromiso valiente de O’Connor con los temas importantes que llevó a la atención pública, sin importar cuán incómodas fueran esas verdades”.
“La música de O’Connor era apreciada en todo el mundo y su talento era inigualable y sin comparación”, afirmó por su parte el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.
El cantante Cat Stevens, que también se convirtió al islam, dijo de O’Connor que “era un alma tierna”, mientras que la escritora Bonnie Greer describió su voz como “Irlanda en esencia”.
La lista de personas que expresaron sus condolencias incluyó al rapero y actor estadounidense Ice T y la superestrella irlandesa de artes marciales Conor McGregor. “El mundo ha perdido a una artista con la voz de un ángel”, lamentó esta último.
R.I.P. Y Gracias por tus canciones Sinead O Connor. Nunca Nada se Conparara a Ti.