John Williams es un nombre que todo mundo reconoce, alguien que cambió al cine para siempre gracias a su trabajo como compositor. El genio musical se entrevista con The Sunday Times para hablar sobre su carrera, admitiendo que no tiene intención de retirarse; en cuanto llegue el proyecto adecuado, Williams saltará de nuevo a la acción para algunas nuevas y alucinantes composiciones.
Williams, nacido el 8 de febrero de 1932 en Floral Park, Nueva York, es uno de los compositores cinematográficos más influyentes y respetados de la historia. Su contribución musical ha dejado una marca indeleble en la industria del cine, y su habilidad para crear partituras inolvidables ha elevado innumerables películas a un nivel superior. A lo largo de su carrera, Williams ha sido galardonado con numerosos premios, incluyendo cinco premios de la Academia, y ha creado algunas de las melodías más icónicas y queridas de la cultura popular. Con semejantes logros, uno pensaría que es momento de retirarse, en especial a sus 91 años; él no piensa lo mismo:
Si apareciera una película que me interesara mucho, con un calendario que pudiera afrontar, entonces no descartaría nada. Todo es posible… Sólo nuestras limitaciones nos frenan.
Genio sin igual
El interés de Williams por la música comenzó temprano en su vida. Criado en una familia musical, su padre era percusionista y baterista de jazz, lo que le proporcionó una introducción temprana a la riqueza y diversidad de la música. Comenzó a estudiar piano a los 7 años y, más tarde, asistió a la Escuela de Música de Juilliard en Nueva York. Aunque inicialmente inclinado hacia la música clásica, Williams amplió sus horizontes cuando descubrió el mundo del jazz y la música popular.
A mediados de la década de 1950, Williams se embarcó en una carrera como pianista y arreglista. Trabajó con destacados artistas como Frank Sinatra y Henry Mancini, lo que le permitió perfeccionar su habilidad para crear arreglos musicales cautivadores. Sin embargo, su incursión en el mundo del cine se produjo a principios de la década de 1960, cuando fue invitado por el director Irvin Kershner a componer la partitura de su película Cambio de estación. Este fue un punto de inflexión en la carrera de Williams, marcando el comienzo de su asociación duradera con el cine.
La colaboración más emblemática de Williams ha sido con el director Steven Spielberg. Su asociación comenzó con Tiburón , donde Williams creó una partitura tensa e inolvidable que se ha convertido en sinónimo del suspense cinematográfico. A partir de ahí, su relación con Spielberg floreció, y juntos trabajaron en algunas de las películas más exitosas y queridas de la historia del cine, incluyendo Encuentros Cercanos del Tercer Tipo , Los Cazadores del Arca Perdida y, por supuesto, la inconfundible música de E.T., El Extraterrestre .
Otra colaboración destacada de Williams fue con el director George Lucas en la famosa saga de Star Wars. La partitura épica y emotiva de Williams para la trilogía original, que incluye piezas como el «Tema de la Marcha Imperial» y la «Suite del Trono», ha dejado una huella imborrable en la cultura popular. Además, regresó para componer la música de la trilogía de precuelas, ampliando aún más el impacto musical de la galaxia muy, muy lejana.
La versatilidad de Williams se evidencia en su capacidad para abordar una amplia gama de géneros cinematográficos. Desde la fantasía y la aventura hasta el drama y la ciencia ficción, Williams ha demostrado una maestría única en adaptar su estilo a la naturaleza única de cada película. Su música no solo complementa las imágenes en la pantalla, sino que también se convierte en una parte integral de la experiencia cinematográfica.
La longevidad y consistencia en la carrera de Williams también son aspectos notables. A lo largo de décadas, ha seguido creando música que resuena con audiencias de todas las edades. Su capacidad para evolucionar con los tiempos y mantenerse relevante en una industria en constante cambio es un testimonio de su genialidad y adaptabilidad.