Jennifer López y Ben Affleck están listos para comenzar a organizar las celebraciones de su boda y, a decir por sus allegados, tienen la intención de «tirar la casa por la ventana» y no escatimar en gastos.
Por ello, la poderosa pareja no ha dudado en contratar a Colin Cowie – que ha organizado fiestas para Jennifer y Kim Kardashian en el pasado – para crear su segunda boda «multi-evento» después de que la pareja se casara en Las Vegas a mediados de julio.
Se sabe que las fiestas organizadas por Cowie pueden costar entre 25.000 y 25 millones de dólares, un lujo que sólo las superestrellas de Hollywood se pueden dar.
Fuentes cercanas a la pareja han revelado a la columna Page Six del New York Post que la gran reunión tendrá lugar en la gran mansión del protagonista de ‘Aguas profundas’ en Riceboro, Georgia, en un futuro no muy lejano, mientras que también se habla de que los invitados -todos los que no fueron requeridos a las íntimas nupcias de Las Vegas- se dirigirán a la isla de St. Simons para continuar con las celebraciones.
Se espera que entre el desfile de estrellas que seguramente asistirán, acuda el hermano de Ben, Casey Affleck, Matt Damon y Jimmy Kimmel.
Jennifer, de 53 años, compartió los detalles de su boda en la capilla Little White Wedding de la Ciudad del Pecado, en su boletín On the JLo, incluyendo algunas fotos y videos de su vestido «de una vieja película».
En un emotivo clip en el que muestra su clásico vestido de cuello barco, dijo: «He tenido este vestido durante muchos años y lo he estado guardando, guardando, guardando y ahora lo voy a llevar el día de mi boda».
En la capilla, Jennifer se puso un vestido de encaje de Zuhair Murad con hombros descubiertos, corsé y cola de pez, así como un velo a juego.
Por su parte, el actor, de 49 años, se puso un esmoquin blanco que no había comprado especialmente para la ocasión.
Así describió la cantante el inolvidable momento: «Así que con los mejores testigos que puedan imaginar, un vestido de una vieja película y una chaqueta del clóset de Ben, leímos nuestros propios votos en la pequeña capilla y nos dimos los anillos que llevaremos el resto de nuestras vidas. Incluso tenían Bluetooth para una (corta) marcha por el pasillo. Pero al final, fue la mejor boda posible que podríamos haber imaginado. Una que soñamos hace mucho tiempo y que se hizo realidad (a los ojos del Estado, de Las Vegas y de un automóvil rosa) por fin».
La estrella de ‘Marry Me’ retomó su relación con Ben en 2021 tras una ruptura de casi 20 años.