El periodista y locutor radial Javier Poza ha vivido una decepción pues tuvo un desafortunado encuentro con Miguel Bosé durante la promoción de su recientemente lanzado libro biográfico El hijo del capitán trueno..
En dicha entrevista el español lo insultó, amenazó y hasta le aventó un ejemplar de la publicación que narra la primera parte en la historia de vida de Bosé, y está nombrado así en honor a su padre, el prominente torero Luis Miguel Dominguín.
“Más allá del libro de la historia y de lo que esto representa o intenta representar en su vida, en su carrera, en este momento lo cierto, lo cierto, es que Miguel Bosé está pasando por circunstancias personales legales, artísticas y de salud, muy complicadas”, externó.
Y es que es sabida la situación que mantiene al cantante viviendo en México y regresando a España cuando ha tenido que atender asuntos legales sobre la custodia de sus hijos:
“Sus problemas fiscales en España, la separación y el pleito con quien fuera su pareja durante tanto tiempo, su polémica postura ante la pandemia y los drásticos cambios que ha sufrido su voz al grado de estar por momentos ha estado casi afónico, lo han desgastado seriamente en todos los niveles y eso lo tiene mal y además se le nota, lo ha dejado entre otras cosas sin esa aura cautivadora que emanó por tantos años con su música, su arte. Lo ha convertido en una persona iracunda, enojada con su entorno. Miguel, la persona no está bien y por ende el artista tampoco está funcionando”, externó.
Y es que fue una pregunta la que hizo estallar al madrileño de 65 años, cuando Poza le cuestionó si él había escrito el libro en su totalidad:
“Y le digo esto porque tristemente ayer lo pude comprobar de manera personal en mi reciente encuentro con él para hablar de su libro. Pero sabe qué, no tuve oportunidad, pues aunque estaba frente a él, él no era el mismo. Se veía inseguro, predispuesto, a la defensiva, incómodo, molesto y sin mirar a los ojos. Después de la primera pregunta y de recibir una respuesta que trató de armar con dificultad, mi terrible pecado radicó en preguntarle sobre el proceso creativo del libro, si él lo había escrito en su totalidad… en ese momento Miguel Bosé estalló. Me interrumpió, molesto, desencajado, diciendo que lo que le estaba preguntado era ofensivo, que era una falta de respeto que le estuviera preguntando algo así. Tomó el libro y con esa actitud prepotente de la que yo nunca había atestiguado, me cuestionó qué veía en la portada, respondí que su foto y él dijo ‘no, eso no’, ‘el título’, le dije. Con los ojos encendidos replicó ‘qué, qué más’. ‘Miguel Bosé’, dije. ‘Pues ahí lo tienes’ y aventó el libro sobre una mesa”.
“De ser testigo de que a Miguel Bosé, Don Diablo, El Amante Bandido, el autonombrado hijo del Capitán Trueno, indiscutiblemente se le ha apagado la luz, se ha quedado sin brillo”
“En fin, después de aventar el libro sobre la mesa, se centró en emitir juicios descalificativos sobre mi trabajo, sobre mi persona, que a mí de verdad me dejaron en un shock absoluto. No podía creer que ese Miguel que yo había conocido, estuviera enfrentándome de esa forma. De esos conceptos que tenía sobre él no quedan ni un sólo bosquejo. Mi intención de hacerlo entrar en razón fue inútil. Su respuesta a manera de amenaza me hizo tomar la decisión de indicarle que yo no podía seguir de esa forma con la entrevista. Me levanté, di las gracias y me retiré cubierto por completo de una tremenda decepción”, finalizó.