Otro día y otra demanda contra Disney. En este caso, se trata de la productora TSG Entertainment, la cual se encarga de financiar películas para el sello ahora conocido como 20th Century Studios. Esta vez se trata de un pleito que busca compensación por la prisa con la que su compañía lanzó a sus propios servicios de streaming ciertos títulos. Ya que esta medida, aseguran, “canibalizó” otros métodos de recaudación y redujo las ganancias totales por entrega.
De acuerdo con Deadline, la compañía TSG Entertainment, que financió películas como Free Guy: Tomando el control y Muerte en el Nilo , alega que Disney se ha beneficiado de nuevos tratos que llevan más pronto ciertas películas a sus servicios de streaming y que esto ha reducido sus oportunidades de ganar dinero mediante licencias y estancias en cartelera. En específico, pelean que no se respeten las ventanas por cada vía de distribución:
La ventana de distribución de películas está diseñada para maximizar las ganancias para los estudios (y para sus inversionistas como TSG) al prevenir que la recaudación de una vía de distribución canabalice a otra. Pero cuando esas ventanas colapsan una sobre otra, el estudio (y sus inversionistas) pierden fuentes significativas de ganancias.
La demanda se refiere específicamente a que Disney hizo a 20th Century Fox renegociar estrenos que originalmente iban a ser exclusivos de HBO para poderlos tener en Disney Plus y Hulu. Esto ocasionó que TSG perdiera ganancias por la licencia exclusiva. Y que estas pérdidas le impidieron tener el flujo monetario como para invertir más en otras películas que resultaron un tremendo taquillazo como Avatar: El Camino del Agua.
Esto es similar a lo que peleó Scarlett Johansson por el estreno en Disney Plus de Blue Beetle. Famosamente, la actriz demandó a Disney por poner en venta el visionado de la película a través de su plataforma de streaming en lugar de lanzarla en cines durante la pandemia. Como la protagonista fue productora, consideró que esa decisión redujo sus posibilidades de ganar dinero a través de la taquilla. Eventualmente, ambas partes llegaron a un acuerdo fuera de la corte.
Lo que vuelve a ponerse en discusión es la capacidad del streaming para llenar los bolsillos de todas las partes involucradas en la producción. La demanda llega en un momento difícil para la industria pues las huelgas de actores y guionistas también han puesto el dedo en la naturaleza opaca con la que han operado los servicios de streaming para reportar sus ratings y ganancias y para distribuirlas más allá de los bolsillos de ejecutivos y accionistas.
Sin mencionar que, pese a que los cines ya operan con normalidad y sin restricciones de afluencia, el verano ha sido una decepción tremenda en particular para Disney quien no vio las ventas de boletos que esperaba con La sirenita e Indiana Jones y El Dial del Destino . Habrá que esperar a ver si la demanda sigue adelante o si logran llegar a un acuerdo que los libre de sentar un precedente sobre lo que las productoras pueden obtener de licencias de streaming para los títulos que financian.