Luego de su ambiciosa película Tenet , Christopher Nolan decidió explorar la historia real con Oppenheimer, cinta basada en el libro American Prometheus, de Kai Bird y Martin J. Sherwin, que narra la vida de J. Robert Oppenheimer, el «padre de la bomba atómica», arma que cambió el destino del planeta. Uno de los aspectos que más ha llamado la atención es que el director asegura que no utilizó efectos generados por computadora (CGI) para recrear la primera explosión nuclear, y ahora fue más lejos en entrevista con Collider, pues dice que la cinta tiene “cero CGI”.
Los efectos especiales prácticos son aquellos que se crean con elementos reales; si es necesario volar en pedazos un edificio icónico, se vuela en pedazos, o se crea una miniatura (mejor conocidas como giganturas) y se llena de explosivos; o si se requiere una escena de acrobacias muy peligrosa, los dobles de riesgo la llevan a cabo poniendo en peligro sus vidas. Los efectos por computadora facilitan el trabajo, pero en muchos casos, tal vez en la mayoría, no alcanzan a ser tan realistas como los efectos prácticos.
La preferencia de Nolan por estos últimos está plasmada en todas sus películas, incluso en aquellas donde ha necesitado del CGI inevitablemente. En la trilogía de Batman, por ejemplo, hubo un uso de miniaturas y sets reales impresionante, hasta el punto de que en Batman: El Caballero de La Noche – 94% hizo explotar un edificio para la escena en la que el Joker explota un hospital. En Interestelar , que cuenta con impresionantes escenas de CGI, se optó por los efectos especiales prácticos siempre que era posible.
Fue en una reciente entrevista con el Editor en Jefe de Collider, Steve Weintraub, que Christopher Nolan declaró que Oppenheimer tiene “cero tomas con CGI”. Anteriormente sólo se sabía que el cineasta quiso recrear la Prueba Trinity de forma práctica, pero ahora asegura que toda la película fue realizada de esa forma.
La Prueba Trinity, llevada a cabo el 16 de julio de 1945, marcó un punto de inflexión en la historia mundial al ser la primera detonación exitosa de una bomba atómica. Este evento histórico tuvo lugar en el desierto de Jornada del Muerto, cerca de Alamogordo, Nuevo México, como parte del Proyecto Manhattan, el programa de investigación secreto de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
La bomba, denominada «Gadget», liberó una energía equivalente a cerca de 20 mil toneladas de TNT (20 kilotones), demostrando de manera efectiva el poder destructivo de la energía nuclear. La Prueba Trinity dio pie a la era atómica, alterando la estrategia militar, la política internacional y la ciencia. Fue un factor determinante para el final de la Segunda Guerra Mundial, tras los devastadores ataques nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. Sin embargo, también suscitó debates éticos y políticos duraderos sobre la proliferación nuclear, las armas de destrucción masiva y la búsqueda de la paz mundial.
El poder de las armas nucleares ha sido recreado en el cine en múltiples ocasiones, y casi siempre ha sido con ayuda de CGI. En Terminator 2: El Juicio Final (1991) hay un ejemplo temprano de esta técnica. La escena de la pesadilla nuclear de Sarah Connor, aunque breve, fue una representación poderosa y convincente del horror de una explosión nuclear, lograda mediante una combinación de CGI y efectos prácticos.
Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008) también utilizó el CGI para una infame escena en la que el protagonista sobrevive a una explosión nuclear metiéndose en un refrigerador. Aunque la escena ha sido criticada por su falta de realismo, la recreación de la explosión nuclear en sí fue impresionante. Oppenheimer será única en su tipo al ofrecernos un momento histórico como la Prueba Trinity, recreado con efectos prácticos.