Una jueza federal de Florida anuló el mandato nacional de uso de mascarillas que cubría los aviones y otros medios de transporte público por exceder la autoridad de los funcionarios de salud de EE. UU. incluso en la pandemia de coronavirus.
La decisión del lunes de la jueza federal de distrito Kathryn Kimball Mizelle en Tampa, designada por el ex presidente Donald Trump, también dijo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades no justificaron su decisión de manera inapropiada y no siguieron las normas adecuadas.
En su fallo de 59 páginas, Mizelle dijo que el único remedio era anular la regla por completo porque sería imposible terminarla para el grupo limitado de personas que se opuso a ella en la demanda.
“Debido a que nuestro sistema no permite que las agencias actúen ilegalmente, incluso en busca de fines deseables, el tribunal declara ilegal y anula el mandato de máscara”, escribió.
Los CDC extendieron recientemente el mandato de máscara, que expiraba el lunes, hasta el 3 de mayo para permitir más tiempo para estudiar la subvariante omicron BA.2 del coronavirus que ahora es responsable de la gran mayoría de los casos en los EE. UU.
El requisito de máscara para los viajeros fue objeto de meses de cabildeo por parte de las aerolíneas, que intentaron acabar con él. Los transportistas argumentaron que los filtros de aire efectivos en los aviones modernos hacen que la transmisión del virus durante un vuelo sea muy poco probable. Los republicanos en el Congreso también lucharon para acabar con el mandato.
La semana pasada, el gobierno del presidente Joe Biden extendió dos semanas la orden nacional que obliga a usar mascarilla en el trasporte público mientras monitorea un aumento de casos de COVID-19.
Cuando la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA, por sus siglas en inglés), encargada de velar para que se cumpla la orden en aviones, autobuses, trenes y sus respectivas terminales, extendió el requisito el mes pasado, dijo que los CDC esperaban elaborar una estrategia más flexible que reemplazara la orden nacional.
La orden de usar la mascarilla es el vestigio más visible de las restricciones para controlar la pandemia y posiblemente la más controvertida. Se ha atribuido el aumento reciente de incidentes abusivos y a veces violentos en los aviones a disputas sobre el uso de la mascarilla.
Los críticos han aprovechado el hecho de que los estados han anulado las normas que exigen el uso de mascarillas en restaurantes, tiendas y otros entornos interiores y, sin embargo, los casos de COVID-19 han disminuido drásticamente desde que la variante Ómicron alcanzó su punto máximo a mediados de enero.
Se ha producido un leve aumento de casos en las últimas semanas, impulsado por una subvariante altamente contagiosa de la cepa Ómicron, y la cifra nacional ha aumentado de 25.000 a más de 30.000 casos diarios. La cifra real puede ser mayor, ya que mucha gente da positivo en pruebas que realizan en sus casas y de las que no informan a las autoridades de salud pública.
Los casos graves y las muertes suelen registrarse semanas después del contagio. Los CDC aguardan los indicios de si el aumento de casos se correlaciona con un aumento de desenlaces graves antes de mitigar la norma sobre el uso de mascarillas en el trasporte.
Esta maitra si es irresponsable!!