Durante este “supermartes”, Joe Biden y Donald Trump dominaron las elecciones primarias de los partidos Demócrata y Republicano, respectivamente. Estos resultados, que se alinearon con las expectativas previas, no ofrecieron mayores sorpresas. Sin embargo, Nikki Haley, del partido Republicano, logró una victoria en Vermont, y Jason Palmer emergió inesperadamente en Samoa Americana, interrumpiendo la racha de triunfos del presidente demócrata.
No hay misterio. Ni el republicano, de 77 años, ni el demócrata, de 81, tienen a nadie que les haga sombra en las primarias, que designan a los candidatos de ambos partidos para los cómicos.
El expresidente conservador ha sido declarado vencedor en 11 estados de los 15 en disputa. Se trata de Virginia, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Maine, Alabama, Arkansas, Massachusetts, Colorado, Minnesota y Texas, uno de los más poblados del país, según proyecciones de medios de comunicación estadounidenses.
«Ha sido una noche y un día increíbles, increíbles. Ha sido un período increíble en la historia de nuestro país», afirmó ante sus seguidores, congregados en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida.
«¡Gracias – MAGA!», escribió antes en su plataforma Truth Social, utilizando el acrónimo del lema trumpista «Make America Great Again» («Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo») y enumerando los estados donde ha ganado.
Joe Biden sin rivales de peso
Del lado demócrata, el presidente Joe Biden es candidato a su reelección. No tiene rivales de peso.
Las candidaturas de dos demócratas, el congresista Dean Phillips y la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson, nunca han suscitado entusiasmo a pesar de las críticas recurrentes de los candidatos a la edad del presidente oa su apoyo a Israel.
Este martes por la noche se impuso ya en los 11 primeros estados en juego, además de en Iowa, que celebró un voto por correo en las últimas semanas.
Joe Biden advirtió en un comunicado difundido por su equipo de campaña que su posible rival Donald Trump «está decidido a destruir nuestra democracia, arrancar libertades fundamentales como la capacidad de las mujeres de tomar sus propias decisiones sobre atención médica y aprobar otra ronda de millas de millones de dólares en recortes de impuestos para los ricos, y hará o dirá cualquier cosa para alcanzar el poder”.
Inesperado revés para Biden
La isla de Samoa Americana, un pequeño territorio del Pacífico Sur incorporado a Estados Unidos, otorgó este martes al presidente estadounidense, Joe Biden, su única derrota en las primarias demócratas.
El mandatario perdió allí ante el empresario Jason Palmer, que según las proyecciones de los medios se hizo con el 56 % de los votos (51), frente al 44 % de Biden (40 papeletas).
“Me enteré de que había ganado porque mi teléfono empezó a sonar sin parar con amigos y miembros de la campaña enviándome mensajes”, dijo Palmer en una entrevista.
Palmer, de 52 años, afirmó que nunca visitó el territorio antes del supermartes.
“He estado haciendo campaña de forma remota, participando en reuniones comunitarias por Zoom, hablando con la gente, escuchándolos sobre sus preocupaciones y lo que les importa”, dijo.
El resultado difícilmente obstaculizará la marcha de Biden hacia la nominación de su partido. Solo se disputaban seis delegados en este territorio estadounidense, una pequeña colección de islas en el Pacífico Sur con menos de 50.000 habitantes. Palmer y Biden obtuvieron tres delegados cada uno.
Un día antes de la asamblea, Palmer publicó en X que “Washington D.C. tiene una gran deuda pendiente con un presidente que será un defensor de Samoa Americana”.
Palmer es residente de Baltimore y ha trabajado para varias empresas y organizaciones sin fines de lucro, a menudo en temas relacionados con tecnología y educación. Sostuvo que los votantes quieren “a alguien que represente más el siglo XXI que Joe Biden” como presidente.
Según los registros de financiamiento de campañas, Palmer ha prestado más de $500,000 de su propio dinero a su campaña.
“No puedes llevarte el dinero contigo cuando mueres”, dijo. “Pero puedes cambiar el mundo mientras estás aquí”.
No es la primera vez que Samoa Americana arroja resultados sorprendentes en una primaria. Durante la contienda demócrata de 2020, le dio su única victoria al multimillonario Michael Bloomberg, el ex alcalde de la ciudad de Nueva York.
Los demócratas celebraron primarias en una quincena de estados, una cifra que reparte en total 1.420 delegados, de los 1.968 que el futuro candidato necesitará para garantizar su nominación a la Casa Blanca en la convención demócrata del próximo agosto en Chicago.
En el resto de estados de los que este supermartes ofreció ya resultados, el actual presidente obtuvo victorias incontestables, incluido en Texas, que concede 244 delegados y era junto con California (424) el mayor de la noche.
Palmer, de 52 años, frente a los 81 de Biden, aseguraba este martes que él ofrece de cara a las presidenciales una “perspectiva fresca alineada con los actuales deseos y luchas” de la ciudadanía, e instaba a que se le votara para “reconstruir juntos el sueño estadounidense”.
Nikki Haley logró sólo una victoria en Vermont
La única contendiente en la carrera republicana a la Casa Blanca del ex presidente Donald Trump, Nikki Haley, optó por guardar silencio durante la noche del Supermartes, donde quince estados llevaron a cabo sus primarias y solo logró la victoria en Vermont.
Hasta el momento, con solo los resultados de Alaska y Utah por conocerse, la ex gobernadora de Carolina del Sur y ex representante de EEUU ante la ONU certificó su fracaso en el intento de postularse a la presidencia, logrando solo una victoria en Vermont con un estrecho margen del 50,1 % frente al 45,9 % de Trump, con el 95 % escrutado.
Esta victoria se suma a su anterior éxito en las primarias de Washington D.C., aunque de menor relevancia.
En las primarias del supermartes, Trump obtuvo victorias contundentes en estados como Texas, Massachusetts, Colorado, Virginia, Alabama, Oklahoma, Tennessee, Carolina del Norte, Maine, Arkansas y Minnesota, con porcentajes superiores al 60 %. También ganó en California, aunque con resultados preliminares.
Según un recuento de ABC News, Haley, con sus dos victorias y la parte proporcional de los delegados en algunos estados, habría logrado 62 delegados de los 1.215 necesarios para la nominación. En contraste, Trump ya acumularía más de 900 delegados y está cerca de asegurar la nominación matemáticamente el próximo 12 de marzo, cuando cuatro estados celebran primarias con 161 delegados en juego.
Trump festejó sus victorias en una reunión privada en su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach, sin mencionar a Haley en su discurso, siguiendo la tendencia de sus recientes apariciones públicas.
Por otro lado, Haley no ha programado eventos públicos para los días siguientes, lo que marca un cambio respecto a su previamente activa agenda de campaña. La única declaración provino de su portavoz, Olivia Pérez-Cubas, quien expresó gratitud por el apoyo recibido, incluyendo el histórico triunfo en Vermont, y señaló la existencia de un sector republicano con serias preocupaciones sobre Trump.
“Nos sentimos honrados de haber recibido hoy el apoyo de millones de estadounidenses en todo el país, incluido Vermont, donde Nikki se convirtió en la primera mujer republicana en ganar dos elecciones primarias presidenciales”, afirmó en un comunicado de prensa.
Hoy en día, añadió, “sigue habiendo un gran bloque de votantes republicanos que expresan profundas preocupaciones sobre Donald Trump” y esa “no es la unidad” que el partido republicano necesita.
La última comunicación directamente de Haley es un correo electrónico enviado este martes media hora antes del cierre de las urnas en los primeros estados, en el que pedía un último esfuerzo para “enderezar” el barco y “salvar” el país.
“Si quieres dejar atrás el drama y el caos del pasado… Necesito tu apoyo ahora mismo”, apuntaba la política.
No está claro, por lo tanto, si abandonará tras este supermartes y le dejará libre el camino a un imparable Trump que ya parece, irremediablemente, que será el candidato republicano que se enfrentará al presidente, Joe Biden, en las elecciones del 5 de noviembre.
Los republicanos moderados han tenido cierto éxito a nivel estatal en Vermont, que no ha apoyado a un republicano en una elección general desde la reelección de Ronald Regan en 1988. El presidente estadounidense, Joe Biden, recibió más del 65 por ciento de los votos en este estado durante las elecciones presidenciales contra Trump.