Al menos 13 personas, entre ellos siete niños, murieron en un tiroteo en una escuela en la ciudad de Izhevsk, en Rusia, indicaron investigadores este lunes, los cuales agregaron que el atacante se suicidó.
El ataque fue el último de una serie de tiroteos en escuelas que han sacudido a Rusia en los últimos años y llegó con el país nervioso por los esfuerzos para movilizar a decenas de miles de hombres para luchar en Ucrania.
Entre las víctimas fatales hay «dos guardias de seguridad del establecimiento escolar, dos profesores y cinco menores», indicó el comité de investigación de Rusia.
El atacante “se suicidó”, informó el Comité. Según los investigadores, “llevaba un top negro con símbolos nazis y un pasamontañas” y no portaba ninguna identificación.
Asimismo, 21 personas resultaron heridas en el ataque, 14 de ellas niños.
El gobernador de la región, Alexander Brechalov, confirmó que hubo “bajas y heridos entre los niños”, hablando en un comunicado en video afuera de la escuela No88 en Izhevsk.
En el fondo se podía ver a trabajadores médicos y de rescate, algunos corriendo dentro de la escuela con camillas.
Izhevsk es una ciudad de cerca de 650.000 habitantes y la capital de la república de Udmurtia, ubicada en el centro del país, justo al oeste de los Urales, que dividen la parte europea de la zona asiática de Rusia.
El ataque se produjo pocas horas después de que un hombre abriera fuego e hiriera gravemente a un oficial de reclutamiento en un centro de alistamiento en Siberia.
El último gran tiroteo en una escuela de Rusia fue en abril, cuando un hombre armado abrió fuego en un jardín de infantes en la región central de Ulyanovsk, dejando un maestro y dos niños muertos.
El fenómeno de los tiroteos solía ser muy inusual en el país, especialmente en las escuelas, pero desde hace algunos años se ha vuelto más frecuente, a tal punto que el presidente Vladimir Putin expresó su preocupación y atribuyó las causas a sucesos importados de Estados Unidos y al efecto de la globalización.
El Ministerio de Salud de Rusia dijo que “14 equipos de ambulancias” estaban trabajando en el lugar para ayudar a los heridos, informaron las agencias de noticias.
El tirador, descrito como “enfermo mental”, fue encontrado muerto más tarde, y las autoridades dijeron que se había disparado a sí mismo.
Leyes de armas más estrictas
Los tiroteos masivos en escuelas y universidades en Rusia fueron raros hasta 2021, cuando el país se vio sacudido por dos matanzas separadas en las ciudades rusas centrales de Kazan y Perm que impulsaron a los legisladores a endurecer las leyes que regulan el acceso a las armas.
En septiembre de 2021, un estudiante vestido con ropa táctica negra y un casco armado con un rifle de caza arrasó los edificios de la Universidad Estatal de Perm, matando a seis personas, en su mayoría mujeres, e hiriendo a otras dos docenas.
El hombre armado se resistió al arresto y la policía le disparó cuando lo detuvieron y lo trasladaron a un centro médico para recibir tratamiento.
Fue el segundo ataque de este tipo ese año, después de que un ex alumno de 19 años matara a tiros a nueve personas en su antigua escuela en Kazan en mayo.
Los investigadores dijeron que el atacante sufría de un trastorno cerebral, pero se consideró apto para recibir una licencia para la escopeta semiautomática que usó.
El día de ese ataque, el presidente Vladimir Putin pidió una revisión de las leyes de control de armas y se aumentó la edad para adquirir rifles de caza de 18 a 21 años y se reforzaron los controles médicos.
Las autoridades han culpado a la influencia extranjera por los tiroteos escolares anteriores, diciendo que los jóvenes rusos han estado expuestos en línea y en la televisión a ataques similares en los Estados Unidos y en otros lugares.
Otros casos de disparos de alto perfil han tenido lugar en el ejército de Rusia, poniendo el tema de las novatadas en el centro de atención en el país donde el servicio militar es obligatorio para hombres de entre 18 y 27 años.
En noviembre de 2020, un soldado de 20 años mató a tres compañeros de servicio en una base militar cerca de la ciudad de Voronezh. En un ataque similar en 2019, un joven recluta mató a tiros a ocho militares y dijo que enfrentaba intimidación y acoso en el ejército.