Selena Gómez se ha convertido, a sus 30 años, en todo un referente para las nuevas generaciones en el tema de la salud mental. No por nada acaba de estrenar un documental,My mind & me, en el que repasa los problemas que ha sufrido y con los que ha lidiado en este aspecto. Por ello mismo ha sido condecorada con un premio de nuevo cuño creado por la Stanford School of Medicine.
Este pasado 10 de noviembre, la intérprete deSolo asesinatos en el edificioera honrada con el primer galardón Mental Health Innovations Mentee a la excelencia en la defensa de la salud mental en una cumbre sobre los progresos en dicha materia ha organizado la prestigiosa institución.
Según el equipo que le ha concedido el premio, Gómez ha sido la elegida por «sus contribuciones a la salud mental, en particular por sus alegatos en la lucha contra la vergüenza y el estigma, así como por su compromiso de ampliar el acceso a diversos recursos tanto como empresaria con una mirada social como por ser pionera de la salud mental digital»
La cantante de éxitos comoLose You to Love MeoSobery fundadora de Rare Beauty «inspira a millones de personas con su arte» y, añaden en su página web, «trasciende los roles impuestos al compartir de manera vulnerable su día a día por la salud mental, recordándonos que el sufrimiento es universal».
«Si bien algunos pueden cumplir con los criterios claros para el diagnóstico clínico y otros no, tener humanidad es también saber qué significa experimentar dolor, adversidad, vergüenza y miedo» y, según la Stanford School of Medicine, Selena «ha optado por usar su altavoz para normalizar los altibajos que definen la experiencia humana».
No hay que olvidar que a la actriz texana le diagnosticaron lupus en 2014 y en 2017 empeoró de tal forma que hubo de recibir un trasplante de riñón de una amiga suya. Sin embargo, todo ello derivó en que desarrollase ansiedad y en que sufriese varios ataques de pánico, que acabaron desembocando en una depresión y en el diagnóstico de trastorno bipolar en 2020. Recientemente incluso ha revelado que llegó a pensar en el suicidio.
Por todo ello, acabó fundando la organización Rare Impact, con la ha pretendido estos años ir más allá de la simple concienciación, recaudando fondos para conseguir que los recursos de salud mental sean, en Estados Unidos, más accesibles para las minorías subrepresentadas.