En un acto de gran simbolismo y demostración de poder político, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) promulgó su polémica reforma judicial el pasado 15 de septiembre, Día de la Independencia de México.
Cientos de miles de seguidores presenciaron la ceremonia patria, en la que el mandatario celebró por sexta y última vez el Grito de Independencia al frente del Gobierno.
Una vez entregue el cargo a su sucesora, Claudia Sheinbaum, el próximo primero de octubre, López Obrador prometió retirarse del escenario político e irse a vivir a su rancho en el sur del país.
Con su jubilación, termina el primer Gobierno del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la historia de México. ¿Qué huella deja AMLO?
«Nuevo partido hegemónico»
«Su principal legado es una disrupción del sistema partidista como lo conocíamos, es una nueva etapa, con un nuevo partido hegemónico, que ha engullido en buena medida a los otros. Sobre todo, los liderazgos locales del PAN (Partido Acción Nacional) y el PRI (Partido Revolucionario Intitucional) se han sumado a Morena», observa Jesús Carrillo, director de economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En opinión de Isaac Palestina, asesor político y militante de Morena, López Obrador transformó «el antiguo régimen de corrupción, en el que tres partidos se repartían las posiciones de poder».
Asimismo, el columnista poblano agrega que el legado político de AMLO «continúa en construcción, porque no es un proceso que haya concluido, sino que está definiéndose».
Morena sin AMLO
Si bien Morena seguirá gobernando el país, por lo menos, otros seis años bajo la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, cabe preguntarse qué pasará con el partido sin el liderazgo político de López Obrador, fundador del Movimiento Regeneración Nacional.
En entrevista con DW, el abogado Isaac Palestina admite que existe el «grave riesgo de que Morena se vaya diluyendo en el poder político de los Ejecutivos estatales. Hoy, el partido en los estados es más una marca, un membrete, que propiamente una organización política. Hay un riesgo de que Morena no se consolide como organización política y se aleje de los movimientos sociales».
El asesor político teme que Morena «podría sufrir su primera derrota moral» si únicamente se concentrase en la lucha institucional, olvidando la parte social.
«Lucha de poder» dentro de Morena
Por su parte, el analista y comentarista político Guillermo Torres Quiroz, director de la plataforma Saber Votar, no descarta que Morena tenga posibilidades de seguir gobernando otros 12 o, incluso, 18 años.
Según el experto, López Obrador previó la lucha de poder dentro del partido tras su salida: «Actualmente, la mayor parte de los integrantes de la Cámara de senadores y diputados, provenientes de Morena, tienen una lealtad particular hacia él. Incluso, de los 48 nombramientos que ha hecho Sheinbaum de su futuro gabinete, 23 personas son totalmente leales al presidente».
Además, casi todos los gobernadores de Morena son cercanos al presidente, agrega.
No obstante, «en un futuro no muy lejano», la estrategia de AMLO para asegurar el futuro político de su partido podría verse ensombrecida por la lucha de poder al interior de Morena, dice a DW Torres Quiroz: «El canibalismo es muy común en la izquierda mexicana. Estamos viendo ya en algunos estados cómo esas divisiones están generando conflictos. Todavía hay, a nivel federal, una imposición del fuerte liderazgo de López Obrador».
De ahí que, por lo menos en los primeros dos años, Sheinbaum no vaya a «rebelarse» contra AMLO, cree el analista político.
Debilidad institucional
En declaraciones a DW, Jesús Carrillo, del IMCO, explica que el futuro del partido también «dependerá del grado de institucionalización que logre y de la cohesión interna que puedan mantener». «Si bien ya vemos a una nueva élite política en el poder», prosigue, «ésta no se asume todavía como una élite».
El experto agrega que, como consecuencia de la reforma judicial y la mayoría calificada de Morena y sus aliados en la Cámara de diputados, «los contrapesos ya no van a venir de la división de poderes, como antes, ni de controles políticos que pone la oposición, ahora tendrán que venir de adentro. Los contrapesos son necesarios para la estabilidad de cualquier sistema, y eso todavía no lo construye Morena».
Hijo sigue pasos de AMLO
A principios de septiembre, el presidente mexicano informó que su hijo Andrés Manuel López Beltrán participará en la política para ayudar a «consolidar» el partido Morena.
«Se ha especulado mucho que podría llegar a la secretaría general o a la secretaría de organización del partido, lo cual nos hace ver que hay una línea del presidente de tratar de anclar a Morena a la izquierda», señala Isaac Palestina.
Por su parte, Guillermo Torres está convencido de que AMLO «seguirá dando alguna marcación política» desde su rancho, en el lejano Palenque: «Es un hombre de mucho simbolismo, y el hecho de que se vaya a una reflexión final, a pasar los últimos años de su vida alejado, es para dar a sus seguidores esa imagen de que es alguien en un retiro, incluso espiritual, porque ya se consagró en el poder».