El que fuera sicario de Pablo Escobar, John Jairo Velásquez Vásquez, alias ‘Popeye’, sufre un cáncer de esófago en fase terminal, con metástasis en pulmones e hígado, el cual ha sido catalogado por las autoridades médicas de “intratable”, y por lo tanto incurable, al afectar a varias partes fuera del órgano.
El secuaz del que fuera el mayor narcotraficante de la historia de Colombia se encuentra actualmente recibiendo tratamientos paliativos y apuntan que es cuestión de meses que fallezca en el Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá, tal y como ha informado el periódico colombiano ‘El Tiempo’.
Vásquez, quien resultó fundamental en la estructura criminal del cártel de Medellín, ha estado cumpliendo penas de prisión incluso desde antes de la muerte de Escobar en 1993 por diversos delitos que van desde el terrorismo y el narcotráfico hasta el asesinato, incluido el de su propia pareja tras una orden de Escobar.
Después de pasar entre rejas 24 años, ‘Popeye’ salió libre en 2014, pero cuatro años más tarde, en los que tuvo tiempo de adquirir cierta relevancia mediática por el auge del fenómeno Pablo Escobar en medios de comunicación y en la cultura popular, regresó a prisión condenado por extorsión y asociación para delinquir, después de que varias familias del departamento de Antioquía le denunciaran tras recibir presiones para que pusieran a su nombre una serie de propiedades que en el pasado fueron adquiridas a través de actividades ilegales.
En mayo de 2019, la fiscalía colombiana le dictó orden de encarcelamiento por el magnicidio en 1986 del director del diario El Espectador, Guillermo Cano Isaza.
Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos impuso medida de aseguramiento en establecimiento carcelario contra Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias ‘Popeye’, como presunto coautor del delito de homicidio agravado”, indicó el ente judicial en un comunicado.
Según la Fiscalía, la decisión se tomó ante “la presencia de nuevos testimonios de confesos integrantes y colaboradores del extinto cartel de Medellín y otra evidencia recopilada”.
Ya va a ir a acompañar a Escobar en el infierno.
Nada que lamentar, un asesino recibirá su merecido. Ojala que ese mismo destino lo sufran los asesinos de las infames FARC.
Que Karma