El gobierno de México acelera los procesos de retorno de los centroamericanos, particularmente en los casos que involucran a menores,
informó Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe.
Su anuncio tiene como contexto un incremento en la migración a partir de octubre de 2018, cuando caravanas comenzaron a cruzar este país con la intención de ingresar a Estados Unidos y el reciente anuncio de Donald Trump de cancelar los trámites de asilo.
De enero a mayo de este año, 35 mil 190 centroamericanos han sido retornados por México a sus países de origen. Esta cifra representa 3.7 por ciento más respecto a los 33 mil 914 retornados en el mismo periodo
de 2018, de acuerdo con la Segob.
“Lo que estamos haciendo para que los menores estén el menor tiempo posible en las estancias es coordinarnos con los países de origen para incrementar la capacidad consular, y aumentar el número de retornos de niños lo más pronto posible”, indicó el funcionario.
Sin embargo, reconoció que los países centroamericanos detienen
los retornos de menores si no localizan a sus familiares: “México tiene
limitantes: si las autoridades de Honduras, Guatemala y El Salvador
no los reconocen o no encuentran a sus familiares nos detienen (el
trámite) por unos días y, no los podemos regresar tan rápido.
También aclaró que el proceso se agiliza por razones humanitarias.
“Lo que sí ha cambiado, no sólo por México, sino por Honduras, Guatemala y El Salvador, es la capacidad de retorno de migrantes que logran llegar a la frontera con Estados Unidos y que Estados Unidos retorna.
“Eso, además, por una razón obvia: ni el gobierno de México ni los de sus países quieren que esos migrantes vivan irregularmente o sin ninguna oportunidad, ajenos a su territorio de origen”, explicó.
Agregó que una prueba de que México fortalecerá sus acciones en favor del retorno seguro de los migrantes es que el presupuesto del Instituto Nacional de Migración (INM) no ha sido ni será tocado, a pesar de las políticas de austeridad.
“Habrá una excepción a los compromiso de austeridad para no disminuir la capacidad del INM para poder hacer frente a este reto”, dijo.
El subsecretario de Relaciones Exteriores aclaró que México no deportará a los centroamericanos que lograron tramitar su solicitud de refugio en Estados Unidos, aun cuando ese país los envíe aquí.
“México no es ‘tercer país seguro’ y no los podemos obligar a regresar (a su país de origen) si no quieren”, puntualizó.
A quienes permanezcan en México, reiteró, se les brindará apoyo, vía programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida.