Este miércoles Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha encargado a Kamala Harris, vicepresidenta, la disposición de un plan estratégico que pueda frenar el flujo de migrantes centroamericanos.
Biden, enfatizó que la funcionaria es la persona más calificada para liderar esfuerzos diplomáticos y trabajar con las naciones para que sea posible repatriar a los migrantes.
El presidente estadunidense, solicitó a la funcionaria coordinar las acciones para «frenar» la migración desde México y los países del Triángulo Norte de Centroamérica, como se les agrupa a Guatemala, Honduras y El Salvador.
Por su parte, Harris admitió que había muchos factores por los que las personas abandonaban sus países de origen para migrar hacia Estados Unidos. No obstante, la vicepresidenta declaró que «la gente no debe venir» a la frontera sur del país norteamericano. Este anuncio de la Administración de Biden busca ofrecer soluciones a lo que ha sido catalogado por el país norteamericano como una crisis en la frontera con México.
El Gobierno estadounidense anticipa una nueva oleada de migrantes y menores no acompañados que viajan hacia la nación para buscar asilo en la frontera sur. En este contexto, Biden ha hecho un llamado a que los migrantes no emprendan el camino hacia Estados Unidos.
«Sí, puedo decir con bastante claridad: no vengan», dijo el mandatario el pasado 16 de marzo. «No abandonen su pueblo, ciudad o comunidad», agregó Biden durante una entrevista con la cadena ABC.
Hasta el sábado 20 de marzo, el Gobierno de Estados Unidos, alojaba a aproximadamente 15,500 niños migrantes no acompañados, incluidos 5,000 adolescentes y niños varados en instalaciones de la Patrulla Fronteriza que no están diseñadas para la custodia a largo plazo.
Del mismo modo, el Departamento de Defensa de Estados Unidos, anunció el martes 22 que había recibido una solicitud interna del Gobierno para albergar a niños migrantes no acompañados en dos instalaciones militares ubicadas en el estado de Texas, según información de la agencia Reuters.
Con este tema en la agenda, los Gobiernos de México y EE.UU. acordaron implementar «distintos mecanismos de protección de derechos humanos», con especial atención en el cuidado de «los infantes migrantes». Este anuncio fue informado públicamente tras la reunión celebrada el martes entre el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, y la coordinadora de EE.UU. para la Frontera Sur, Roberta Jacobson.
En una de sus primeras acciones en materia migratoria, la Administración de Biden suspendió el programa conocido como Protocolos de Protección a Migrantes, que establecía que las personas que llegaban a la frontera sur de EE.UU. y solicitaban asilo en el país norteamericano eran enviadas a México, donde debían esperar sus resoluciones migratorias.
La Casa Blanca, además anunció la reactivación gradual del Programa para Menores de Centroamérica, que fue cancelado durante el Gobierno de Donald Trump, mediante el cual niños y adolescentes de El Salvador, Guatemala y Honduras se podrán reunir con sus padres residentes en territorio estadounidense.