La familia LeBarón, víctima de un monstruoso ataque de un grupo criminal en el norte de México, rechazó este miércoles la teoría del fuego cruzado o de una supuesta confusión de los narcotraficantes, ya que consideran que la masacre fue premeditada.
“Toda la familia quiere saber exactamente quiénes eran (los atacantes) y por qué lo hicieron y no queremos que ellos (el gobierno) manipulen los hechos y no queremos mentiras”, reclamó Julián LeBarón, pariente de las víctimas. Según destacó, fueron los familiares los primeros en llegar a la escena antes que los fiscales locales. “(Funcionarios del gobierno) salieron a decir que ellos estaban en medio de un fuego cruzado, pero ni siquiera tienen los hechos de lo que sucedió”, añadió.
Según explicó, los niños que sobrevivieron a la matanza relataron cómo Christina Marie Langford se bajó de la camioneta con las manos en alto, pero no hubo forma de cambiar los planes de los atacantes. “Ahí es cuando le dispararon. Entonces de que haya confusión o fuego cruzado es completamente falso. Estos criminales que no tienen madre abrieron fuego contra mujeres y niños con premeditación y con una brutalidad inimaginable para un hombre. No sé qué tipo de animales eran estos individuos”, sostuvo.
Por su parte, Lafe Langford, primo de algunas de las víctimas que creció en la misma aldea mormona, expresó: “Fuimos atacados deliberadamente, usados como cebo para atraer a un cártel contra otro. Aquí no hubo duelo de cárteles y no hubo fuego cruzado en el que nuestra familia se vio atrapada. Fueron asesinados, masacrados, únicamente por un cartel en funciones en Chihuahua”.
Méxicó permitirá a las autoridades estadounidenses acceder a la investigación de la masacre de la familia mormona LeBarón, en la que fueron asesinados seis menores de edad y tres mujeres. pic.twitter.com/wbNCVbZ5tm
— RT en Español (@ActualidadRT) November 7, 2019
El general Homero Mendoza, jefe del Estado Mayor, sostiene que el Cártel de Juárez quería que el Cártel de Sinaloa se fuera de su territorio. Aunque no se ha dado ninguna explicación oficial de los asesinatos, Mendoza y otros funcionarios dicen que la banda puede haber confundido las camionetas de las familias con los de su rival. Pero la teoría es rechazada por la familia. Según las autoridades, el ataque dejó más de 200 casquillos de bala de calibre militar, varios de ellos de procedencia estadounidense.
Las madres de las familias Langford, Miller y Johnson conducían vehículos SUV separados cuando los pistoleros abrieron fuego. Las tres madres perdieron la vida en la matanza. El menor de los hermanos de Devin, Oliver, de 9 meses, recibió un disparo en el pecho; Cody, de 8 años, tenía heridas de bala en la mandíbula y la pierna, mientras que Xander, de 4 años, había sido herido en la espalda. Los hermanos Trevor, de 11 años, y Rogan, de 2, murieron en el lugar.
La familia pertenece a una comunidad mormona que habita desde hace más de un siglo en Chihuahua, adonde se trasladaron tras ser perseguidos en Estados Unidos por sus tradiciones, en especial la poligamia.
Tras conocer la matanza el martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció su ayuda militar a México para iniciar una “guerra” contra los cárteles. El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió apelando a la “soberanía” nacional, si bien agradeció cualquier cooperación siempre “en el marco de la legalidad internacional vigente y de acuerdos bilaterales”
La zona donde ocurrió la masacre está enclavada en una zona montañosas del estado de Chihuahua de difícil acceso.
ah mejiquito lindo y querido….