La multinacional estadounidense Johnson & Johnson fue condenada el lunes a pagar 572 millones de dólares por daños al estado de Oklahoma por su papel en la crisis de adicción a los opioides, una decisión judicial histórica en Estados Unidos.
El fallo podría afectar el futuro de otras casi 2.000 demandas presentadas contra fabricantes de medicamentos opiáceos en varias jurisdicciones del país.
El juez Thad Balkman dijo que los fiscales habían demostrado que J&J contribuyó al «perjuicio público» en su promoción de analgésicos de receta médica altamente adictivos. «Esas acciones comprometieron la salud y la seguridad de miles de personas de Oklahoma», dijo.
Balkman dijo que el laboratorio Janssen, división farmacéutica de J&J adoptó prácticas de «marketing engañoso y promoción de opioides», lo que causó una crisis de dependencia de estos analgésicos, muertes por sobredosis y un alza en los síndromes de abstinencia neonatal en el estado.
«La crisis de los opiáceos devastó el estado de Oklahoma y debe ser contenida de inmediato», dijo el juez. Los 500 millones de dólares solicitados a J&J se utilizarán para financiar programas en el estado para remediar la crisis.
Janssen distribuía el parche Duragesic y las píldoras Nucynta, que no son los opiáceos más populares del país.
Oxycontin, uno de los más populares, pertenece al laboratorio de Purdue, que decidió resolver la demanda con Oklahoma por 270 millones de dolares en lugar de ir a juicio. El laboratorio israelí Teva también ha negociado un acuerdo de 85 millones de dólares.
Este proceso fue comparado con demandas contra compañías tabacaleras que resultaron en un acuerdo de más de 200.000 millones de dólares en 1998.
«Medicamento mágico»
En su alegato de apertura, el fiscal general de Oklahoma, Mike Hunter, acusó a Johnson & Johnson de actuar por «avaricia», presentando de manera «cínica y engañosa» los opioides como un «medicamento mágico» contra el dolor.
Hunter reprochó a la empresa estadounidense de haber minimizado a partir de 1996 los riesgos de dependencia de dos de sus medicamentos, el parche Duragesic y las píldoras Nucynta, y de haber contribuido a «crear una demanda» para ese tipo de analgésicos que durante años se recetaban solamente a los enfermos de cáncer. Según el fiscal, Johnson & Johnson no quería perder terreno frente a Purdue Pharma y su Oxycontin.
Oklahoma, que registró cerca de 4.600 muertes por sobredosis entre 2007 y 2017, reclamó la millonaria indemnización «para compensar los gastos públicos necesarios para combatir esa lacra, «la peor crisis de salud pública jamás causada por el hombre en ese estado», según Hunter.