Israel comenzará este martes su retirada del Líbano, aunque mantendrá presencia militar en cinco puntos estratégicos en el sur del país, según confirmaron fuentes oficiales israelíes, en medio de un frágil alto el fuego con Hezbollah que busca estabilizar la volátil región fronteriza.
La decisión se produce en un momento de alta tensión, marcado por un ataque aéreo israelí en Sidón que acabó con la vida de Mohammed Shahine, un comandante de Hamas que, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), planeaba atentados contra territorio israelí bajo dirección y financiamiento iraní.
“Basándonos en la situación actual, dejaremos pequeñas cantidades de tropas desplegadas temporalmente en cinco puntos estratégicos a lo largo de la frontera en Líbano para que podamos seguir defendiendo a nuestros residentes y asegurarnos de que no hay una amenaza inmediata”, dijo el lunes a los periodistas el portavoz militar, teniente coronel Nadav Shoshani.
“Se trata de una medida temporal hasta que las fuerzas armadas libanesas puedan aplicar plenamente el entendimiento”.
Hezbollah debía retirarse al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera, y desmantelar cualquier infraestructura militar que quedara en el sur.
Un comité en el que participan Estados Unidos, Francia, Líbano, Israel y las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU se encarga de identificar y tratar cualquier violación del alto el fuego.
“Esto es lo que hemos discutido con el mecanismo, y (esto es lo que) se ha acordado para seguir adelante, un emplazamiento temporal de nuestras fuerzas en estos cinco puntos para la defensa de nuestro pueblo”, dijo Shoshani. “Nos comprometemos plenamente a aplicar este acuerdo”, agregó.
Las autoridades libanesas han exigido la retirada total de Israel antes del martes, después de que las fuerzas israelíes incumplieran el plazo anterior de enero.
El presidente libanés, Joseph Aoun, ha instado a los mediadores internacionales a presionar a Israel para que complete su retirada antes del plazo establecido para el martes.
El portavoz de las FDI contextualizó la situación actual en el marco de los 500 días de conflicto desde el ataque de Hamas del 7 de octubre, que resultó en 1,200 muertes israelíes y la toma de rehenes, algunos de los cuales permanecen cautivos en Gaza “en condiciones horribles”. El portavoz reveló que Israel ha enfrentado aproximadamente 67,000 cohetes durante el período de hostilidades.
“Israel seguirá aplicando enérgicamente el alto el fuego en Líbano, como se ha demostrado claramente hasta ahora, incluido el día de hoy”, dijo por su parte un funcionario israelí al Times of Israel tras confirmarse la retirada.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue más explícito durante una aparición conjunta el domingo con el Secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, afirmando que “hay que desarmar a Hezbollah. Israel preferiría que el ejército libanés hiciera ese trabajo, pero nadie debe dudar de que Israel hará lo que tenga que hacer para hacer cumplir los acuerdos del alto el fuego y defender nuestra seguridad”.
La situación humanitaria en la región sigue siendo preocupante. Ramzi Kaiss, de Human Rights Watch, denunció que “la demolición deliberada por parte de Israel de viviendas e infraestructuras civiles” está haciendo “imposible el regreso de muchos residentes”. Esta preocupación se intensificó tras reportes de la Agencia Nacional de Noticias libanesa sobre la muerte de una mujer en la ciudad fronteriza de Hula durante un intento de retorno de civiles a sus hogares.
El proceso de retirada se realizará de manera gradual, según explicó el portavoz de las FDI, permitiendo que el ejército libanés asuma el control de las zonas evacuadas y facilitando el eventual retorno de la población civil. No obstante, la permanencia de Israel en los cinco puntos estratégicos sugiere una nueva fase en la dinámica de seguridad regional, donde la presencia militar israelí, aunque reducida, mantendrá capacidad de respuesta ante potenciales amenazas.
Las FDI también revelaron que están llevando a cabo dos tipos de investigaciones internas: una enfocada en aspectos estratégicos más amplios y otra específicamente centrada en los eventos del 7 de octubre, incluyendo el análisis de fallos en inteligencia y la respuesta operativa durante las primeras 72 horas del ataque.