Una veintena de pasajeros del avión de repatriados que llegó este domingo a Francia procedente de China quedaron en la pista del aeropuerto a la espera de análisis ya que presentaban síntomas de haber contraído el coronavirus, de acuerdo a lo anunciado por la ministra de Salud francesa, Agnès Buzyn.
Las personas se encuentran actualmente en Isres (sur), “bajo la vigilancia de los médicos militares” mientras se hacen análisis, declaró la ministra en una conferencia de prensa.
Se trata de ciudadanos «franceses y no europeos».
“En función del resultado del test, serán hospitalizadas si es positivo, o podrán ser trasladadas al centro de Carry-le-Rouet o al centro de Aix-en-Provence”, los dos lugares de cuarentena elegidos por las autoridades francesas para recibir a los repatriados de China.
Los resultados se esperan para esta “noche”.
La ministra también anunció que ningún caso ha sido diagnosticado durante el fin de semana en suelo francés, por lo que sigue habiendo seis personas contaminadas, una de ellas en reanimación.
En el vuelo de hoy viajaron 258 pasajeros, de los cuales 65 son franceses y el resto ciudadanos de 29 nacionalidades diferentes, entre ellos diez mexicanos. Hasta el momento, hay seis casos confirmados de enfermos del coronavirus de Wuhan en Francia.
Las autoridades sanitarias de China reportaron el domingo 45 nuevas víctimas fatales por la epidemia provocada por un nuevo coronavirus, y de esa forma el saldo total confirmado de personas muertas se elevó a 304.
La Comisión de Salud Pública de la provincia de Hubei también reportó 2,590 nuevos casos confirmados de contaminación con el coronavirus, lo que aumenta la cifra total de contagios a más de 14.380 casos.
Especialistas señalan que el nuevo coronavirus surgió en diciembre en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, más específicamente en un mercado famoso por la comercialización de carnes exóticas.
La propagación del virus ya se tornó una emergencia internacional, de acuerdo con la OMS, que tomó la decisión de declararla debido a que una veintena de países registraron casos de contaminación, incluyendo España, el Reino Unido, Alemania, Rusia y Suecia; mientras que África y América Latina parecían de momento exentas de la epidemia.
A raíz de esta enfermedad, China se enfrenta a un creciente aislamiento sanitario, ya que numerosos países decidieron cerrar sus fronteras a ciudadanos chinos y empresas aéreas suspendieron sus vuelos desde y hacia ciudades del gigante asiático.
Con todo, la OMS advirtió de que las restricciones a la circulación podrían ser contraproducentes durante una emergencia sanitaria, por el riesgo de que perturben la distribución de ayudas y de lastrar la economía de los países afectados.