El adolescente detenido por haber asesinado a la oficial de Policía Tamara Ramírez (26) y por haber baleado a Mariano Albornoz (24) tenía pedido de detención por haber violado a una mujer de 75 años cinco días antes del crimen.
El periódico argentino Clarín señala que fue el lunes 23 de julio, cuando entró a robar a una casa de su barrio, en Dock Sud, Avellaneda, una ciudad perteneciente a Buenos Aires, a pocas cuadra de su casa. Luca Martín Alaimo (18) estaba armado cuando sorprendió a su víctima.
La golpeó, la amenazó, le robó los 500 pesos que encontró y violó a la jubilada. La mujer reconoció a su atacante, igual que todos sus vecinos: Luca era señalado en el barrio como «incontrolable» y «ladrón», pero sobre todo porque se «atrevía a robarles a los vecinos».
La familia de la víctima no sólo hizo la denuncia policial, sino que también fue a increpar a sus padres, que simplemente devolvieron lo robado y dijeron no saber dónde estaba. Sospechaban que estaba escondido en el barrio porteño de La Boca, pero más tarde lo descubrieron en Glew cometiendo un asesinato. El de la policía Tamara Ramírez.
«Desde el martes, Alaimo tenía pedido de captura», confirmaron a Clarín fuentes de la investigación. Y agregaron: «Tenía varias causas por robo simple y tentativa de robo de cuando era menor». Había pasado por varios institutos de menores.
El sábado, alrededor de las 3 de la mañana, Alaimo reapareció: entró a robar a la casa de Serafín Ramírez (55), un teniente primero de la Policía Bonarense, que vive en Glew. Tamara Ramírez (24), la hija de Serafín, escuchó los gritos cuando su padre forcejeaba con Alaimo y sacó su reglamentaria. Tamara era agente de la Policía Local de Almirante Brown en ese momento y estaba con su novio, Mariano Albornoz (24), compañero de la fuerza.
Alaimo, acorralado, le disparó a la pareja: a Tamara la mató de un tiro en la cabeza y murió en el acto; a Mariano lo baleó en una pierna. Sospechan que sabía que se trataba de la casa de un policía porque dejó abandonada su arma calibre 32 y se llevó las dos reglamentarias de Serafín y Tamara Ramírez.
Alaimo escapó corriendo e ingresó a la casa de un vecino, a 800 metros de la propiedad de la familia Ramírez. Ahí se cambió la ropa e intentó escapar, pero terminó detenido. Dio un nombre falso, pero más tarde descubrieron su verdadera identidad.
Ahora está preso a disposición del juzgado N°10, que lo acusa del robo agravado por uso de arma de fuego, lesiones y abuso sexual, y del Juzgado N°5 de Lomas de Zamora, que le imputa el homicidio, el robo y las lesiones contra Tamara y Mariano.
Este martes le tomarían declaración indagatoria en la Fiscalía N°2 de Avellaneda.
Con información de Clarín.