El papa emérito Benedicto XVI retiró este martes su firma del controvertido libro sobre escrito junto con el cardenal Robert Sarah en el que se defiende el celibato, tras las polémicas generadas en el sentido de que busca presionar a Francisco sobre el delicado tema. Por su parte, el purpurado respondió publicando las cartas que según él lo autorizaban.
“Confirmo que esta mañana, siguiendo el consejo del papa emérito, pedí al cardenal Robert Sarah que se pusiera en contacto con los editores del libro para pedirles que eliminen el nombre de Benedicto XVI como coautor del libro y que también quiten su firma de la introducción y las conclusiones”, indicó a la agencia Ansa su secretario privado, monseñor Georg Gaenswein, actual prefecto de la Casa Pontificia.
“El papa emérito sabía que el cardenal estaba preparando un libro y le envió un texto suyo sobre el sacerdocio, autorizándolo a usarlo como quiera. Pero no había aprobado la realización de un libro con doble firma, ni había visto y autorizado la portada”, explicó Gaenswein.
“Se trata de un malentendido sin cuestionar la buena fe del cardenal Sarah. El texto que Benedicto XVI envió al cardenal es su propio texto y sigue siendo el autor y no los otros textos”, precisó el religioso, quien fue el secretario privado del papa alemán durante sus ocho años de pontificado, hasta su renuncia en 2013.
Con esa declaración, el papa emérito quiso poner fin a las polémicas generadas por el uso de su autoridad moral para desaprobar al papa Francisco.
La publicación el domingo de algunos extractos del libro titulado “Desde lo profundo de nuestros corazones”, firmado por el papa emérito y el ultraconservador cardenal Sarah, en el que defienden con firmeza el celibato, desató una disputa sobre la injerencia del papa que renunció en 2013.
“No podemos callar”, sostenían los dos autores ante la posibilidad de que Francisco apruebe la ordenación de hombres casados para regiones remotas, una decisión que podría generar un cisma en la iglesia católica.
Pero luego, una auténtica guerra interna se desencadenó en el Vaticano cuando algunos medios, entre ellos el Corriere della Sera, publicaron una versión filtrada por una persona que no quiso identificarse y que se definió cercana al pontífice emérito, según la cual “Benedicto XVI no ha escrito el libro a cuatro manos con el cardenal Sarah” sino que se trata “de una operación editorial mediática, de la que Benedicto no quiere formar parte y es totalmente ajeno”.
La misma fuente anónima explicó que el papa emérito “sólo puso a disposición de Sarah un texto sobre el sacerdocio que estaba escribiendo” y que “no sabía nada de la portada de un libro, ni la había aprobado”.
Estas declaraciones del supuesto entorno de Ratzinger provocaron una dura reacción del cardenal prefecto del Culto Divino, que aseguró en Twitter que acusarle de mentir eran “difamaciones de una gravedad extrema”.
“Esta noche doy las pruebas de mi estrecha colaboración con Benedicto XVI para escribir este texto a favor del celibato. Hablaré mañana si es necesario”, añadió Sarah, que publicó las fotos de tres cartas que le envió Benedicto.
En las misivas se corrobora que Benedicto XVI envió un texto sobre el sacerdocio y que lo autorizaba a publicarlo “de la manera que tenía previsto”, pero no especifica en ningún momento si se trata de un libro donde además aparece una introducción y una conclusión firmada por ambos.
Posteriormente Sarah anunció que “ante las polémicas” aparecerá como único autor del libro, que contará eso sí con la “contribución” del papa emérito.
La bomba en el Vaticano cayó este domingo cuando se anunció un nuevo libro firmado por Benedicto XVI y Sarah, uno de los principales líderes de la facción conservadora que critica cada movimiento de Francisco, en el que se defendía el celibato ante la decisión que tendrá que tomar el papa argentino sobre la propuesta de ordenar a hombres casados surgida del Sínodo sobre la Amazonía.
Presionar a Francisco
El volumen, publicado en francés por Fayard y titulado “Desde lo más profundo de nuestros corazones” (Des profondeurs de nos coeurs), llegará a las librerías este miércoles, mientras el papa termina su exhortación apostólica tras el Sínodo del Amazonas, lo que para muchos se trata de un movimiento para meter presión a Francisco. El documento debería ser divulgado en febrero.
Surgieron así, de nuevo, las acusaciones de que Ratzinger, de 92 años, que desde hace años se limita a breves apariciones grabadas o fotografiadas por algún periodista o amigo que le ha ido a visitar, en las que casi nunca realiza declaraciones y se observa que habla con gran dificultad, puede ser manipulado por el área más conservadora de la Iglesia, enfrentada a Francisco.
Pero también se plantea el evidente problema de definir la institución del papa emérito y de cómo y dónde se tienen que publicar sus escritos.
Los medios oficiales del Vaticano se limitaron a asegurar que en el libro “los autores entran con sus intervenciones en el debate sobre el celibato y sobre la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados” y que Ratzinger y Sarah se definen como dos obispos en “obediencia filial al papa Francisco”, según un artículo del director editorial, Andrea Tornielli.
Mientras que el director de la oficina de prensa, Matteo Bruni, dijo que el papa Francisco siempre se ha opuesto a eliminar el celibato, pero ni una sola palabra sobre si Ratzinger estuvo de acuerdo sobre la publicación de este volumen.
Excepciones al celibato
Que la eucaristía o comunión, un rito sagrado y esencial de la tradición cristiana, sea repartida por un sacerdote casado, es algo intolerable para algunos sectores, que amenazan con romper con la Iglesia.
Pese a ello, el tema de la abolición del celibato ha sido abordado por los dos papas y en lo sustancial están de acuerdo.
“Personalmente pienso que el celibato es un don para la Iglesia y no estoy de acuerdo que se permita el celibato como opción”, adelantó Francisco hace un año.
“Quedaría alguna posibilidad en lugares muy lejanos, pienso en las islas del Pacífico, algo que hay que pensar, cuando hay necesidad pastoral. Ahí el pastor debe pensar en los fieles”, reconoció.
Se trataría por lo tanto de excepciones, como piden para la Amazonía, que un pontífice puede legítimamente autorizar.
En varias ocasiones, el papa Francisco ha recordado que la prohibición de ordenar hombres casados no hace parte de la doctrina de la Iglesia.
Durante siglos los sacerdotes eran casados e inclusive los textos bíblicos aseguran que el apóstol Pedro tenía una suegra.
Tornielli también recordó que Benedicto XVI también admitió como pontífice excepciones al celibato al permitir a sacerdotes anglicanos casados formar parte de la Iglesia católica.
Todo parece indicar, que como en el filme, “los dos papas” tienen menos divergencias de lo que parece.
Quien se puede alegrar si se quitará el celibato es Chepe Luis Escobar Alas, tenía su mujer aquí en nuestro ya celebre y famoso Lourdes, por eso paga platos que no quebró el Sacerdote Venancio, lo tiene en la Cárcel sin darse color, hombre sin valore