El Barça, con el hispano-guineano Ansu Fati como protagonista, no consiguió imponerse en El Sadar y firmó un empate (2-2) ante un Osasuna que hizo valer su tenacidad y el doblete del navarro Roberto Torres para seguir invicto en su feudo, en el que acumula 26 partidos seguidos de liga sin perder.
Ante una grada volcada y con 32 grados de temperatura, Osasuna comenzó el partido con una idea: presionar arriba y no dejar pensar al Barça. Y esa estrategia le salió a la perfección. En los primeros cinco minutos del duelo, los ‘rojillos’ forzaron dos córneres por ninguno de los azulgranas.
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Ese arranque de los de Jagoba Arrasate, asfixiante para los visitantes, culminó con el primer tanto del partido, a favor de los locales. Brandon, desde la banda derecha, burló a Lenglet y Roberto Torres supo aprovechar el preciso pase de su compañero para batir a Ter Stegen de volea.
La ventaja en el marcador no paró el empuje de Osasuna ni su estrategia y así se sucedieron las llegadas de los locales al área azulgrana.
Con un Griezmann incómodo en el campo, al igual que sus compañeros, los de Ernesto Valverde sacaron su primer córner pasados los primeros 20 minutos del partido.
El Barcelona no cesó en su afán de desplegar su juego, de circular el balón, pero una y otra vez se encontró con un bloque ‘rojillo’ muy bien posicionado y armado en el campo.
El parón, en el minuto 30, para que los futbolistas se hidratasen no cambió el guión del duelo. El Barça jugaba en campo contrario, pero espeso en ataque y sin encontrar huecos para anotar el tanto del empate.
Al filo del descanso, ambos equipos trataron de inquietar la portería contraria sin éxito.
Valverde, en el inicio de la segunda parte, movió el banquillo en busca de la remontada. Salió Ansu Fati, el joven hispano-guineano que debutó con el primer equipo ante el Betis y dejó destellos de calidad, por Semedo.
Y el técnico azulgrana acertó de pleno. El guardameta ‘rojillo’, Rubén Martínez no evitó el certero remate de cabeza de Ansu Fati, que ganó la partida a Nacho Vidal (m.51). El Barcelona, a partir del gol, se reactivó, ganó metros y encerró a los locales en su área.
El tanto azulgrana afectó anímicamente a los locales, que perdieron iniciativa en el ataque, aunque Brandon, con un disparo a media vuelta, intentó poner prueba a Ter Stegen.
Los de Valverde recuperaron la identidad mientras que la zaga ‘rojilla’, víctima del juego fluido de su rival, perdía el orden defensivo exhibido en el primer periodo.
Los cambios oxigenaron y beneficiaron, una vez más, al Barcelona. Arthur, a los diez minutos de saltar al campo, en sustitución de Rafinha, adelantó a los suyos en el minuto 64 con un disparo ajustado a un poste.
Osasuna, que reclamó la segunda tarjeta amarilla a De Jong, por una falta al Chimy Ávila, que el colegiado no consideró, persiguió su segundo gol con un activo Brandon.
Y casi lo logró Juan Villar con un potente disparo que evitó Ter Stegen. Lo consiguió Osasuna desde los once metros, después de que el colegiado pitara una mano de Piqué en el área, y así Roberto Torres materializó el tanto del empate al engañar al guardameta azulgrana.
En los últimos compases del partido, Rubén Martínez salvó a su equipo del tercer gol azulgrana y evitó así el disparo de Carles Pérez