Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) han dado la bienvenida al año nuevo desde las instalaciones espaciales sin una solución a su problema: son siete personas y tres de ellas no tienen cómo regresar a la Tierra. En concreto, los cosmonautas rusos Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin, y el astronauta de la NASA Frank Rubio, que llegaron en septiembre en la nave Soyuz MS-22 en la que debían regresar el próximo mes de marzo; sin embargo, el plan se truncó después de que se avistase una fuga el pasado 15 de diciembre justo antes de una caminata espacial rutinaria.
Actualmente, la cápsula Soyuz dañada es habitable: a pesar de que se dañó una parte vital del sistema de refrigeración que regula la temperatura de la nave (probablemente por el choque de un micrometeorito, aunque aún se están investigando las causas), los controladores en tierra han conseguido mantener la temperatura estable ventilando la sonda gracias a una escotilla abierta hacia la ISS. Sin embargo, usarla de vuelta sin acometer ningún arreglo no parece probable, ya que «la temperatura aumentaría rápidamente» si se cerrara la mencionada escotilla, según explicó en rueda de prensa Sergei Krikalev, jefe de programas espaciales tripulados de Rusia.
Actualmente, la cápsula Soyuz dañada es habitable: a pesar de que se dañó una parte vital del sistema de refrigeración que regula la temperatura de la nave (probablemente por el choque de un micrometeorito, aunque aún se están investigando las causas), los controladores en tierra han conseguido mantener la temperatura estable ventilando la sonda gracias a una escotilla abierta hacia la ISS. Sin embargo, usarla de vuelta sin acometer ningún arreglo no parece probable, ya que «la temperatura aumentaría rápidamente» si se cerrara la mencionada escotilla, según explicó en rueda de prensa Sergei Krikalev, jefe de programas espaciales tripulados de Rusia.
El plan más viable hasta la fecha parece ser el lanzamiento de una nueva Soyuz vacía. El problema es que Roscosmos no podría enviarla hasta mediados de febrero, apenas dos semanas antes de la fecha originalmente prevista y dejando durante un mes y medio a los astronautas atrapados en situación de riesgo en caso de emergencia.
La NASA también está explorando sus propias soluciones. Sandra Jones, portavoz de la agencia espacial estadounidense, explicó que estaban en conversaciones con SpaceX, la compañía de Elon Musk que da transporte a los astronautas norteamericanos hasta la ISS, para tantear las opciones. «Hemos hecho algunas preguntas a SpaceX acerca de su capacidad para enviar tripulantes adicionales en la Dragon en caso de que fuese necesario, pero ese no es nuestro enfoque principal en este momento», señaló en un comunicado Jones.
En la misiva no se especificaba si se había pedido información acerca de si la actual nave de SpaceX atracada en la ISS, bautizada como Endeavour, es capaz de transportar a más de los cuatro tripulantes para los que está diseñada o si una nueva nave Dragon se trasladaría a por los astronautas que no tienen forma de regresar a la Tierra. Tampoco se sabe si, en el caso de que quepan más tripulantes que los establecidos (los astronautas de la NASA Nicole Mann y Josh Cassada, el astronauta japonés Koichi Wakata y la cosmonauta de Roscosmos Anna Kikina) el hecho de que no posean el traje que diseña SpaceX para los astronautas que viajan en sus Dragon será otro de los inconvenientes. De momento, ni las agencias espaciales ni la empresa ha emitido ningún comunicado al respecto.
Vida normal en la ISS
A pesar de la crisis, la actividad en la ISS sigue siendo la normal: los astronautas de todas las agencias cooperan e incluso han celebrado la Navidad, mandando vídeos de felicitación desde el espacio y fotos con gorros de Papá Noel. Las actividades de investigación y mantenimiento a bordo continúan en el nuevo año mientras los ingenieros y científicos analizan las capacidades de la Soyuz y los próximos y potenciales pasos.
«La tripulación de la Expedición 68 se mantiene en buenas condiciones, realiza una variedad de actividades de mantenimiento e investigación y espera tener tiempo libre el día de Año Nuevo», explican desde la NASA en un comunicado. «Los astronautas de la NASA Frank Rubio, Josh Cassada y Nicole Mann continuaron trabajando para reparar los trajes espaciales utilizados por Rubio y Cassada para instalar una nueva matriz solar desplegable de la ISS». Además, los cosmonautas Prokopyev, Petelin y Kikina trabajaron en diferentes tareas de mantenimiento e investigación.
«La NASA y Roscosmos continúan realizando varias revisiones de ingeniería y están consultando con otros socios internacionales sobre métodos para regresar a casa a la tripulación Soyuz de manera segura tanto para escenarios normales como de contingencia. Se espera una decisión final sobre el camino a seguir en enero», insisten.
La tripulación también se prepara para el desacoplamiento y la salida de la nave espacial de carga SpaceX CRS-26 el lunes 9 de enero. La sonda, que no permite pasajeros, está programada para traer valiosas muestras para la investigación científica.
Que no se tenía previsto blindar la capsula Soyuz ante un impacto de un meteorito o lo que fuera???
Una estación espacial internacional, que beneficios trae a los que vivimos dentro de la tierra???
Solo falta que F. Rubio no regreso nunca….pero si es así, Dios lo reciba en su gloria.