Los Gobiernos de Donald Trump y de Andrés Manuel López Obrador han llegado un acuerdo que deja en suspensión las medidas anunciadas por Washington para imponer aranceles a los productos provenientes de México.
Después de tres días de intensas negociaciones, el mandatario estadounidense confirmó en su cuenta de Twitter el viernes en la tarde que los dos países lograron un acuerdo.
«Las tarifas programadas para ser implementadas por los Estados Unidos el lunes, en contra de México, quedan suspendidas indefinidamente. México, a su vez, ha acordado tomar medidas enérgicas para detener la marea de la migración a través de México y hacia nuestra frontera sur», tuiteó el mandatario.
«Esto se está haciendo para reducir o eliminar en gran medida la inmigración ilegal que viene de México a los Estados Unidos», agregó.
Por su parte, el presidente López Obrador agradeció a todos los mexicanos por evitar la imposición de los aranceles a los productos mexicanos.
Sobre el «acto de unidad» que convocó para el sábado 8 de junio a las 17:00 horas (local) en la ciudad de Tijuana, en el estado de Baja California, el mandatario mexicano confirmó que se llevará a cabo, aunque será para «celebrar».
De acuerdo con un comunicado conjunto, México se comprometió a trabajar en el desmantelamiento de las organizaciones de tráfico y contrabando de personas, así como sus redes financieras y de transporte ilícitas.
Además, el país latinoamericano acordó con Washington el fortalecimiento de la cooperación bilateral, incluyendo «el intercambio de información y las acciones coordinadas para proteger mejor» la frontera común.
Entre los compromisos asumidos por México está el despliegue de la Guardia Nacional en 11 municipios del sureste del país, a partir del próximo lunes.
El canciller Ebrard aclaró a medios que México no había aceptado la etiqueta de convertirse en el tercer país seguro, como buscaba la Administración de Donald Trump.
Por su parte, Washington dio su beneplácito al Plan de Desarrollo Integral para el sur de México y Centroamérica, impulsado por el Gobierno de López Obrador.
Pobres «pinches» mejicanos. Tan lejos De Dios y tan cerca de USA. Aunque no sé los detalles, pero en mi opinión deja mal parada la política exterior de Mexico pues da la impresión que ésta es para cumplir los deseos gringos.