Brasil reportó 1.349 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, un nuevo récord diario mientras el virus no muestra señales de ceder en la economía más grande de América Latina.
Las cifras elevan el número de víctimas fatales a 31.199. También se informaron 28.936 nuevos casos confirmados, lo que eleva el total del país a 555.383, solo por detrás de Estados Unidos. En los próximos días, Brasil podría superar en número de muertes a Italia, el tercer país con más fallecidos por covid-19.
La nación de 210 millones de habitantes se ha convertido en uno de los epicentros del virus en las últimas semanas. El pico de Brasil aún no ha llegado, y “por el momento no es posible predecir cuándo llegará”, dijo el lunes Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud.
El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro se ha resistido a las medidas de distanciamiento social a lo largo de la pandemia, y a menudo se ha visto a Bolsonaro mezclarse con partidarios y presionar para que las personas vuelvan a trabajar para aliviar las consecuencias económicas de la crisis. Las contradictorias órdenes de líderes municipales, estatales y federales han obstruido la capacidad del país para combatir el virus, que ahora ha migrado de regiones más ricas a regiones más vulnerables, como el noreste, las favelas y territorios indígenas en la Amazonía, donde los sistemas de salud pública son precarios.
A medida que el invierno se acerca al hemisferio sur, el país está entrando en un período de alza en los casos de enfermedades respiratorias, lo que aumenta la preocupación de que aún falten varias semanas para alcanzar el pico. La semana pasada, el Ministerio de Salud dijo que la curva de casos aún estaba creciendo, y el informe publicado por UBS el miércoles indica que seis de los 27 estados de Brasil están alcanzando su pico, mientras que las muertes totales están aumentando en 21 estados.
Ante el desastre económico, el estado de Sao Paulo reanudó actividades de ventas en centros comerciales, y Río de Janeiro permitió ya ir a lugares de culto y practicar deportes acuáticos. En Bahía (noreste), sin embargo, el gobernador impuso desde este miércoles un toque de queda nocturno en 19 municipios del sur del estado para frenar la propagación del coronavirus.
“Si no actuamos, podríamos ver una explosión de casos y una explosión en la demanda de camas en unidades de cuidados intensivos, que no podremos atender”, dijo el gobernador, Rui Costa. La alternativa, dijo, es “un gran número de muertes” en Bahía, que ya suma más de 21.000 casos y 700 decesos.
Una vacuna para la covid-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca será probada en junio con 2.000 voluntarios brasileños.