Alemania registró este miércoles su máximo número de muertes por covid-19 en 24 horas, con 590, cien más que su tope previo, informó el Instituto Robert Koch (RKI), centro epidemiológico de referencia.
Además, el centro comunicó 20.815 nuevos contagios por coronavirus, 3.000 más que el miércoles de la semana pasada, pero por debajo del máximo de 23.648 del pasado 20 de noviembre.
El Gobierno alemán considera que la cifra de nuevos casos diarios se ha estabilizado, pero a un nivel “demasiado alto”.
El número total de infectados en Alemania se eleva así hasta los 1.218.524, de los que 19.932 han muerto. El RKI estima que la cifra de personas que ha superado la enfermedad se sitúa actualmente en torno a los 902.100.
La incidencia acumulada en los últimos siete días en el conjunto del país se sitúa en las 149,1 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes. Esta tasa sigue elevándose desde principios de noviembre, cuando se encontraba en torno a las 120, a pesar de las crecientes restricciones.
El objetivo declarado del Gobierno alemán es reducir la incidencia acumulada a siete días hasta los 50 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, al entender que sólo por debajo de ese umbral se pueden rastrear los nuevos casos y romper las cadenas de contagios, poniendo la pandemia bajo control.
El Gobierno central y los Ejecutivos de los 16 estados federados acordaron un paquete de restricciones para noviembre -cerrar ocio y cultura, pero mantener abierto el comercio y los colegios- que luego endurecieron -restricciones de aforo en tiendas- y prolongaron hasta principios de enero.
El turismo quedó prohibido, se recomendó el trabajo remoto y se restringieron las reuniones primero a un máximo de 10 personas, cifra que se redujo posteriormente a cinco (sin contar a los menores de 14 años).
Ante las dificultades para frenar la propagación del coronavirus, varios estados federados han empezado a poner en marcha nuevas restricciones por encima de las acordadas generales.
La canciller alemana, Angela Merkel, urge desde hace semanas a tomar decisiones más radicales para controlar la pandemia, pero las competencias en este ámbito corresponden a los “Länder” y no es fácil aunar posturas en este nivel administrativo.
No se descarta que la canciller y los líderes de los “Länder” se reúnan de urgencia antes de Navidad para decidir nuevas medidas, como algunos de ellos han sugerido.
Varios líderes regionales han abogado ya por un “confinamiento duro” como el de primavera -con comercios y colegios cerrados-, una opción que también ha puesto sobre la mesa la Leopoldina, la Academia de Ciencias de Alemania.