El número de muertos por la epidemia de coronavirus de China superó el domingo los 1.600 casos, después de que 139 personas más murieran en la provincia de Hubei, el epicentro del brote.
En su actualización diaria, la comisión de salud de la provincia también reportó 1.843 casos nuevos, lo que supone una caída del número de nuevos casos anunciados el sábado, que los mismos habían aumentado en más de 2.500 en un sólo día.
Al menos 1.662 personas han muerto por el brote que surgió en la capital de Hubei, Wuhan, en diciembre pasado y se convirtió en una epidemia nacional. Además, más de 68.000 personas han sido infectadas.
El número de casos de infecciones y muertes por la epidemia de coronavirus en China se dispararon repentinamente el jueves cuando las autoridades del país cambiaron la manera en que llevan el registro de la enfermedad, y no, en general, debido a algún cambio en la condición del brote.
De acuerdo con los expertos, el cambio en el registro de los contagiados por la enfermedad, llamada COVID-19, tiene como objetivo detectar muchos casos que antes habían pasado desapercibidos. Esto permitirá que más pacientes reciban tratamiento y se pongan en cuarentena con más anticipación.
La OMS, sin embargo, mantuvo el método de conteo anterior. Su jefe, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que el cuerpo ha pedido a China detalles sobre cómo se hicieron los diagnósticos.
Además, en una rueda de prensa en la conferencia de seguridad de Múnich (Alemania), Ghebreyesus afirmó el sábado que es “imposible” predecir la dirección que tomará el coronavirus de China y manifestó la “preocupación” por el “creciente número de casos” en ese país.
También dijo que los expertos de la organización trabajan “estrechamente” con los de China y manifestó su preocupación por los “rumores y desinformación” surgidos en relación con la enfermedad.
“En la OMS estamos preocupados por la crisis potencial que este coronavirus podría provocar en países con sistemas sanitarios más débiles” que el de China, expresó.
Francia, en tanto, reportó el sábado la primera víctima fatal del nuevo coronavirus fuera de Asia, alimentando las preocupaciones globales sobre la epidemia.
Por su parte, el banco central de China dijo el sábado que para controlar la propagación del brote, los billetes usados se desinfectaban y almacenaban hasta 14 días antes de volver a ponerlos en circulación.