Max Verstappen (Red Bull) empezó la temporada en Baréin de la misma manera que acabó el año pasado en Abu Dabi: persistiendo en su hábito de dominar la parrilla de la Formula Uno y consiguiendo el primer triunfo de una temporada que el español Carlos Sainz (Ferrari) inició subiendo al tercer escalón del podio.
El tricampeón del mundo estableció también el récord de vuelta en la noche de Bahrein. De 26 años, Verstappen llegó a su victoria número 55 en la máxima categoría del automovilismo, un número que impacta.
El otro español en parrilla, Fernando Alonso (Aston Martin), concluyó noveno y rebajó ciertas expectativas generadas en días previos. No en vano, luchar por el podio se convirtió en una misión difícil en cuanto el británico George Russell (Mercedes) se inmiscuyó entre los dos coches de Ferrari y los bólidos de McLaren, igualmente peligrosos en Sakhir.
Verstappen comenzó su nueva defensa del título disipando dudas. Ya en la víspera, consiguiendo la ‘pole position’, había dado una ración de realidad a muchos escépticos. Y este mismo sábado, con el arranque del calendario para el ‘Gran Circo’, el neerlandés dominó de principio a fin en las 57 vueltas competidas sobre el Circuito International de Bahrein.
En el inicio de la temporada más larga de la Fórmula 1 (habrá 24 carreras), Verstappen ya está mostrando señales de que podría repetir su récord casi perfecto del 2023 cuando el holandés ganó 19 de 22 carreras para conseguir su tercer campeonato consecutivo.
La del sábado fue la octava victoria consecutiva para Verstappen. La racha empezó en septiembre del año pasado; también en 2023 estableció un récord histórico de la categoría con 10 triunfos seguidos. Quizás allí radique uno de sus objetivos de 2024: superarse a sí mismo en este tipo de marcas.