La derrota contra Grecia en Wembley comenzó a acrecentar las dudas que oscilan sobre la figura de Lee Carsley que Inglaterra no ha sido capaz de despejar en su visita a Finlandia (1-3) a pesar de sacar los tres puntos. Sólo el sensacional gol de falta de Alexander-Arnold para abrir brecha en el segundo acto puso algo de color a un partido tremendamente espeso. En cualquier caso, no fue suficiente para recuperar el liderato del Grupo 2 de la Liga B de la Nations.
Desde el pitido inicial, el partido fue un monólogo por parte de una Inglaterra que, eso sí, volvió a evidenciar serios problemas a la hora de darle sentido al juego. Circulaciones estériles y previsibles que no eran suficientes para desarmar el bloque que había planteado Finlandia. Sólo Angel Gomes planteó algo diferente y, tras recibir un gran pase de Arnold, habilitó a Grealish en la frontal para que abriese el marcador a los 18′.
Ni mucho menos le sentó bien el gol a los de Lee Carsley. Por momentos, llegaron a perder el control del esférico y cometieron algunos errores no forzadas que permitieron crecer a una Finlandia que consiguió generar varias ocasiones en la recta final del primer acto al contragolpe. No fueron con excesivo peligro. Pero los ocho remates que llegaron a conectar fueron producto de la falta de intensidad que mostró Inglaterra.
Una goleada exagerada
Tras el paso por vestuarios, los ‘Three Lions’ recuperaron la iniciativa y probaron suerte desde la frontal con dos disparos de Arnold y Palmer que apenas intimidaron a Hradecky. Sin embargo, continuaron acumulando pérdidas de balón permitiendo que Finlandia saliese con espacios y Jensen perdonó el empate antes de cumplirse la hora de encuentro con un remate forzado en área pequeña.
Tuvo que ser Alexander-Arnold el que, con un sensacional lanzamiento de falta, pusiese tierra de por medio a falta de 15′. Es su cuarto gol en 32 partidos con los ‘Three Lions’. Finlandia bajó los brazos y, tras una potente cabalgada de Watkins por banda izquierda, Rice inundó el área para culminar una goleada que no se correspondía con lo visto sobre el césped… y que Hoskonen se encargó de maquillar con un cabezazo en el 87′.