En una importante toma de distancia de la FIFA, el esloveno Aleksander Ceferin, reelecto por el voto unánime de las 55 federaciones nacionales como presidente de la UEFA hasta 2023, afirmó al reasumir el cargo en Roma que no está de acuerdo con la idea de un gran Mundial de Clubes de 24 equipos cada cuatro años, y tampoco con el proyecto de una Liga Mundial de selecciones nacionales.
Con Gianni Infantino presente en el hotel Cavalieri de Roma, donde se celebró el 43 Congreso Ordinario de la UEFA, Ceferin hizo hincapié en pedirle a la FIFA «respeto por la UEFA» y sostuvo que esta entidad «está salvando a la FIFA de incurrir en sus propios errores».
«Con frecuencia, los que no están de acuerdo con ciertas cosas de manera moderada y constructiva, aunque a veces se haga de manera directa e inflexible, son quienes más ayudan a evitar que se cometan errores», afirmó Ceferin.
El dirigente, abogado de 51 años, amplió sus conceptos: «Al decirle que no estamos de acuerdo con sus propuestas actuales sobre la Liga Mundial de Naciones y el Mundial de Clubes, les respetamos y respetamos al fútbol, el juego que amamos y que debemos proteger. Esperamos, sinceramente, que la FIFA también nos muestre respeto escuchando nuestras propuestas. La UEFA y el fútbol europeo merecen ser respetados».
Gianni Infantino, presidente de la FIFA que se aseguró la reelección en su cargo hasta 2023, igual que Ceferin, al ser el único candidato para el período siguiente al cerrarse la lista de presentaciones sin que apareciera un opositor, viene insistiendo en la posibilidad de organizar un gran Mundial de Clubes cada cuatro años (con lo cual se suspenderían los anuales), con veinticuatro equipos de los cinco continentes, y una Liga Mundial de selecciones nacionales que se jugaría durante el año, con ascensos y descensos, como la nueva Liga de las Naciones de Europa.
Ceferin e Infantino parecen desarrollar carreras paralelas, porque ambos emergieron de la UEFA, y también comenzaron a presidir las dos entidades en 2016 (Infantino asumió en la FIFA el 24 de febrero y Ceferin -que venció en aquella oportunidad al holandés Michel Van Praag- en la UEFA, el 14 de setiembre), y ahora se aseguraron la reelección por cuatro años sin oposición alguna y hasta 2023.
Uno de los hechos más destacables de la reelección de Ceferin es el de la unanimidad de las 55 federaciones nacionales tras años de fuertes disputas en el seno de la UEFA entre el sector de los clubes más poderosos (alineados en la ECA, la Asociación de Clubes Europeos, algo que Daniel Angelici intentó replicar en Sudamérica ante la Conmebol) y el resto de las entidades. Esta votación reflejó el llamado Memorándum de entendimiento UEFA-ECA (MoU en inglés) firmado también en Roma entre Ceferin y el presidente de la entidad que nuclea a los clubes poderosos, el también mandatario de la Juventus, Andrea Agnelli, hasta 2024, que garantiza que al menos hasta 2024 «no habrá Superliga Europea», la mayor amenaza que pendía sobre el principal torneo de clubes de Europa, la Liga de Campeones.
La ECA venía amenazando desde hacía años con que, de no aumentar la UEFA de manera rotunda los ingresos económicos de sus clubes, abandonarían la Liga de Campeones para armar una «Superliga». Sin embargo, se firmó la paz entre las dos entidades una vez que Ceferin garantizó que desde 2021, cuando las partes queden libres de los derechos televisivos vendidos de sus torneos continentales, habrá cambios sustanciales.
Tanto la UEFA como la ECA quieren pasar la Champions League a los fines de semana desde la temporada 2021 (lo que podría derivar en que algunas de las ligas más importantes pasen, en algunos casos, a días de semana y podrían quedar un poco relegadas). En cambio, la Champions dejaría de jugarse los martes y miércoles para pasar a los fines de semana, un viejo anhelo de la ECA.
A su vez, la UEFA garantizó por tres temporadas la organización de tres torneos: la Champions League, la Europa League y un tercer formato, y cada uno de ellos contará con 32 equipos. Acaso el punto del memorándum que pueda explicar todo es el que sostiene que «desde que el acuerdo de extendió hasta después de la UEFA EURO 2024, se ha actualizado la recompensa financiera que reconoce la contribución de los clubes a las competiciones de selecciones de la UEFA incluyendo completamente el ciclo de competición de la EURO 2024».
«Sobre la base de su estrecha cooperación en los últimos once años, el memorándum destaca la fuerte voluntad de la UEFA y la ECA de continuar trabajando juntos con la confianza mutua y con claros objetivos para asegurar el bienestar y la estabilidad del fútbol europeo», señala la UEFA en un comunicado de prensa.
La nota ha indicado que ese objetivo se lograría «mejorando el Calendario de partidos internacionales posterior a 2024 para garantizar una mayor armonización y separación entre las competiciones de clubes y de selecciones nacionales» y que con ello «se liberaría presión en el calendario permitiendo un descanso adecuado y períodos de entrenamiento para los jugadores».
«El renovado acuerdo refuerza el compromiso de UEFA y ECA de proteger la integridad del juego y de lacras como la violencia, el amaño de partidos y el dopaje», prosigue el comunicado, que indica que «la viabilidad a largo plazo del juego se aborda mediante la voluntad común de seguir desarrollando y evolucionando el Fair Play Financiero».
Sin embargo, este punto parece ir en contradicción con el nombramiento del presidente del PSG, Nasser Al Khelaifi como miembro ejecutivo de la UEFA, como uno de los dos representantes de la ECA. Sustituirá al sudafricano Iván Gazidis, actual consejero delegado del Milan y antes, por muchos años, del Arsenal inglés. Lo extraño de Al Khelaïfi es que su elección llega en el justo momento en el que el PSG está siendo procesado por incumplir las normas del Fair Play financiero (por el que los clubes no pueden excederse de determinados gastos), pero también se cree que es por el poder acumulado por el catarí a través de publicidades desde Qatar Sports Investments y del poderoso consorcio BeIn Media.
Ceferin quiso entregar con su discurso en el hotel Cavalieri de Roma un concepto de unidad, para lo cual sostuvo que la próxima Eurocopa de selecciones de 2020 (organizada en 12 subsedes de países diferentes) «enviará un mensaje fuerte para toda Europa. El mensaje de una Europa abierta, tolerante y unida. Algo muy necesario en el continente en estos días».
Por último, la UEFA quiso reunir a los 16 entrenadores de los equipos que se clasificaron a los octavos de final de la Champíons League para conversar con ellos sobre la implementación del VAR, que comenzará desde el martes próximo con la misma tecnología que se utilizó en el pasado Mundial de Rusia, pero sólo concurrieron Massimiliano Allegri, del Juventus, el francés Bruno Genesio, del Lyon, el alemán Thomas Tuchel, del París Saint Germain, Eusebio di Francesco, del Roma, y el también germano Domenico Tedesco, del Schalke 04.
«Preparamos una reunión con los entrenadores de todos los clubes en Fráncfort este lunes y sólo cinco vinieron. No sólo es una falta de respeto. La influencia que tienen los entrenadores es enorme. Si se quejan de los árbitros deberían venir y ver qué dicen los expertos», aseguró de forma tajante Ceferin. «No tienen excusas, especialmente los que ni siquiera vinieron», agregó el esloveno, muy enojado.
Por su parte, el italiano Roberto Rosetti, director arbitral de la UEFA, volvió a hacer hincapié en los mismos conceptos que advirtieron durante el pasado Mundial sus pares de la FIFA, el italiano Pierluiggi Collina y el suizo Massimo Busacca sobre que el árbitro debe ser quien vaya a consultar la pantalla ante jugadas dudosas en las que puede aplicarse el VAR, algo que no está ocurriendo con frecuencia en algunas ligas, como la española.
«Queremos que el VAR sea una herramienta transparente y que sea utilizada 3-4 veces por partido. El VAR no es perfecto y la IFAB (International Board) dice que debe intervenir cuando el error es claro o cuando se produjo un incidente serio y que afecta a una jugada decisiva», dijo, e insistió en que sea el árbitro «el que tome la decisión final en los partidos».