Después de brindar una entrevista exclusiva a la BBC, en la que culpó a los dirigentes del Cardiff City por la falta de asesoramiento que le brindaron al delantero argentino Emiliano Sala, el agente Willie McKay está siendo investigado por la policía británica.
La denuncia corresponde a unas supuestas amenazas que realizó el empresario galés a los directivos del club en las que aseguró que los iba a «matar a todos». Las autoridades ya recopilaron varios testimonios de distintos testigos, según informó el portal The Telegraph.
El que hizo de intermediario entre los clubes, y se encargó de conseguirle el vuelo a Emiliano Sala, ya tuvo varios encontronazos con la dirigencia del equipo de la Premier League, del que aseguró que a Sala «lo abandonaron en un hotel más o menos para que él mismo arregle el viaje».
«Se puede confirmar que se ha recibido una queja de Cardiff City Football Club y que actualmente se está investigando», le confirmó la policía local a The Telegraph. Al parecer, McKay amenazó personal y telefónicamente a varios miembros del club: «Mataré a todos si mis hijos son asesinados», fue la supuesta advertencia.
Mark y Jack están relacionados con el fichaje del argentino. Mientras que el primero se encargó de los temas que tuvieron que ver con la transferencia entre los equipos, el otro ayudó a que se lleve a cabo el desafortunado vuelo desde Nantes a Cardiff.
Esta investigación se dio después de las declaraciones cruzadas entre el agente y el club, en las que en una entrevista el hombre consideró que la postura de los dirigentes del Cardiff fue desconsiderada tras lo sucedido.
Al conocer sus palabras, la institución no tardó en responder: «Nuestro club estaba en el proceso de organizar un vuelo comercial para el Sr. Sala hasta que esta oferta fue rechazada debido a que se hicieron arreglos separados, la planificación y detalles de los cuales Cardiff no estaba al tanto».
«Era necesario y apropiado que la Policía de Gales del Sur se involucrara en el asunto», afirmaron desde el Cardiff City, tras aceptar que se inició una investigación a McKay. Sin embargo decidieron no dar más detalles. Según apuntan los medios británicos, la amenaza de muerte se castiga con hasta diez años de prisión.
Además, McKay aseguró que el Nantes le debe a su hijo 1,5 millones de libras (1,8 millones de euros), pero ratificó que no perseguirán al club francés por temas económicos «por ahora».