Finalmente, se pudo ver buen fútbol. Después de actuaciones mediocres y un aburrido empate sin goles contra Israel el jueves por la noche, la selección francesa recuperó su ritmo y derrotó a Italia 2-1 el domingo 17 de noviembre en Milán.
El equipo francés, que ya había asegurado su lugar en los cuartos de final a pesar de su falta de brillo contra Israel, tenía como objetivo ganar este partido para encabezar su grupo en la Liga de Naciones y evitar un doble enfrentamiento contra España, Portugal o Alemania en los cuartos de final. Para lograrlo, necesitaban vencer a por al menos dos goles.
Misión cumplida. En su último partido del año 2024, los Bleus marcaron su territorio desde el segundo minuto con un gol de Adrien Rabiot tras un tiro de esquina. Este es el gol más rápido anotado como visitante en una competición oficial desde 1984, según Opta, la fuente de referencia para estadísticas de fútbol.
La dominación continuó cuando el equipo francés duplicó su ventaja con un tiro libre de Lucas Digne en el minuto 33. El defensor del Aston Villa pensó que había anotado su primer gol internacional, pero al final resultó ser un autogol del portero italiano Gianluca Vicario. Apenas dos minutos después, los Azzurri redujeron la desventaja con un gol de Luca Cambiaso.
Sin embargo, los jugadores de Didier Deschamps no estaban dispuestos a rendirse. En la segunda mitad, fue el en forma Adrien Rabiot quien volvió a marcar, anotando el tercer gol francés en el minuto 65. Este doblete del jugador del Marsella permitió a prácticamente recuperar el primer puesto en su grupo de la Liga de Naciones.
Una tremenda parada del portero francés Mike Maignan en el tiempo de descuento (90+4) aseguró que los Bleus confirmaran su puesto en la cima del Grupo 2. Los cuartos de final de la Liga de Naciones se llevarán a cabo la próxima primavera, con las finales programadas para junio de 2025.