El belga Wout Van Aert (Jumbo) conquistó este miércoles la quinta etapa del Tour de Francia, de 183 kilómetros entre Gap y Privas, donde el francés Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step) mantuvo el maillot amarillo.
Van Aert, vencedor en Albi en el Tour-2019, superó en el esprint al neerlandés Cees Bol (Sunweb) y al irlandés Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step).
«Fue un final complicado», opinó Van Aert, ganador de la Milán-San Remo el mes pasado. «Pero es quizá la etapa más fácil desde que soy profesional, no hubo escapada. Sabía que esta etapa podía venirme bien. Estoy contento de haber tenido esta oportunidad».
«Ahora ya tengo mi victoria de etapa», sonrió el exespecialista de ciclocrós. «Voy a trabajar todavía más duro por mis líderes».
El pelotón rodó durante mucho rato tranquilo después de un inicio de Tour trepidante y de una primera incursión en los Alpes. De Gap a Privas, los corredores del Tour observaron una tregua, sin ninguna escapada, un fenómeno poco habitual estos últimos años.
Para encontrar una etapa sin el menor rastro de escapada, excluyendo los desfiles del último día en los Campos Elíseos, hay que remontarse, según las estadísticas del Tour, al… siglo pasado, durante la huelga de corredores del Tour 1998 en la carretera de Aix-les-Bains.
Van Aert, de 25 años, logró el 16º triunfo en su carrera profesional en ruta, el 5º desde el regreso de la competición a principios de agosto.
El jueves, la 6ª etapa, de 191 kilómetros, concluye en el inédito col de la Lusette, de primera categoría, y ampliado por una subida hacia el Aigoual hasta los 1.560 metros.