El Getafe se ha llevado los tres puntos en la visita del Atlético de Madrid al Coliseum en un tremendo final de un partido marcado por completo por un discutido penalti señalado a favor del Atlético, que despertó al choque de un letargo difícil de soportar y lo convirtió en un partido ágil, vibrante y altamente inestable. En apenas diez minutos, del 0-1 marcado por Sorloth se pasó al 2-1 de un Getafe enrabietado por la pena máxima señalada en su contra.
Un doblete de Arambarri esfumó la ilusión rojiblanca por terminar la jornada en lo más alto de la tabla. Líder por unos minutos, el Atlético acabó marchándose de vacío del sur de Madrid.
Buena culpa del resultado negativo tienen los primeros 70 minutos de partido. 70 minutos de nada, con escasa ambición ofensiva de dos equipos que primaron la solidez defensiva y provocaron una sequía (casi) total de ocasiones. Solo un par de llegadas de Griezmann y un cabezazo de Uche salvaron al partido de la ‘siesta del carnero’. Todo cambió a 20 minutos del final, cuando un penalti propio de los tiempos del VAR cayó como un relámpago en el Coliseum.
Festival de Arambarri
Un balón parado colgado por Lemar al centro del área provocó un seísmo en Getafe. Le Normand cabeceó, Soria salió a por un balón que, en medio de la intrincada jugada, pegó en una mano de Alderete. El jugador azulón, que pasaba por allí en su función defensiva, corría con las manos por delante para evitar males mayores en un posible choque de frente contra su portero. Tras la jugada, el VAR revisó la jugada y Escuadra Fernández señaló el punto de penalti para enfado absoluto del equipo local, con roja incluida a su segundo entrenador.
Alexander Sorloth, que entró por Julián Álvarez, transformó el penalti y desatascó el ‘cerocerismo’ reinante (0-1). Y el Getafe estalló. Los azulones rompieron sus ataduras defensivas y se lanzaron a por el partido, enrabietados. El partido, de repente convertido en un toma y daca, vio como Correa veía la roja por un plantillazo y antes de que el colegiado decretase diez minutos de descuento, Arambarri igualaba la contienda (1-1).
Lo hizo a trompicones, pero lo hizo. Tras ser trabado por Llorente en su primer disparo, disparó a la red con Oblak ya en el suelo en el segundo. El Coliseum enloqueció, pero el colmillo del Getafe quería más sangre. Apenas cinco minutos después, un buen disparo de Diego Rico desde fuera del área lo desvió lo justo Arambarri, tocado hoy por una varita mágica, para hacer el 2-1 que desató la fiesta en el estadio getafense.