La NASA ha compartido nuevas sonificaciones —traducción de los datos astronómicos en sonido— de tres objetos celestes observados por varios de sus telescopios espaciales.
Los paisajes sonoros corresponden a los de la nebulosa IC 443 (apodada Nebulosa de las Medusas), la lejana galaxia espiral Messier 74 (M74) y el remanente de supernova MSH 11-52, que se asemeja a una mano humana. Los archivos auditivos fueron compartidos por la agencia espacial en el canal de YouTube de su observatorio de rayos X Chandra.
La sonificación del IC 443 fue el resultado de un escaneo de arriba hacia debajo de una imagen basada en datos del Chandra, del telescopio de rayos X alemán ROSAT, del Very Large Array —uno de los principales observatorios de radio astronómicos del mundo—, y datos ópticos brindados por el Digitized Sky Survey.
«El brillo de los datos se correlaciona con el volumen del sonido. Los sonidos se asignan a los colores de la imagen: la luz roja se escucha como tonos más bajos, la verde como medios y la luz azul como tonos más altos. Esto crea notas que suben y bajan de tono continuamente», detalla la NASA.
Entretanto, la galaxia M74, localizada a unos 32 millones de años luz de distancia, fue registrada combinando las captaciones del telescopio espacial James Webb, con datos ópticos del Hubble y los rayos X del Chandra. Su sonificación surge de un escaneo circular, en el sentido del reloj, donde los objetos más distantes del centro tienen un tono más bajo y los que están cerca del centro tienen un tono más alto.
Las estrellas más brillantes, capturadas por el James Webb, están representadas por sonidos de percusión, y los datos del Hubble se escuchan como sonidos de sintetizador. La NASA explica que las fuentes del Chandra «corresponden a tonos musicales relativamente altos de sonidos etéreos vidriosos y punteados claros».
La imagen que representa a la MSH 11-52 incluye rayos X del satélite IXPE (Imaging X-ray Polarimetry Explorer) y del Chandra, combinados con información del observatorio Dark Energy Plane Survey 2, que explora longitudes de onda ópticas e infrarrojas.
El escaneo sonoro, en este caso, va de abajo hacia arriba, y en él los datos de Chandra se han convertido en sonidos ásperos parecidos a cuerdas. Lo captado por el IXPE se escucha como sonidos parecidos al viento, mientras que los infrarrojos se asignaron a tonos musicales de un sonido de sintetizador.