Seguramente has escuchado hablar del tratamiento ‘Facial de Vampiro’, un supuesto procedimiento estético que consigue aumentar el grosor de la piel, devolver elasticidad y firmeza, disminuir efecto de la oxidación celular y eliminar arrugas.
Kim Kardashian lo hizo popular después de que se sometiera al procedimiento en su reality show, ‘Keeping Up With The Kardashians’, y a partir de ese momento miles de personas comenzaron a aplicar la técnica en sitios de belleza especializados (y no tan especializados).
El procedimiento consiste en extraer sangre de los brazos, y aplicarla al rostro con el objetivo de rejuvenecerlo. Se extrae la sangre del paciente mediante una inyección como en una analítica de sangre y una vez obtenida la muestra se procede a su centrifugación.
Según las clínicas de belleza, los resultados no se ven inmediatamente, sino que hay que esperar mínimo una semana y como máximo a los 20-30 días. Generalmente se recomienda la repetición del tratamiento a las 3 semanas. Y mantener una periodicidad de 6 meses.
Aunque parece ser un procedimiento inofensivo, acaba de darse a conocer que un cliente de un Spa ubicado en Nuevo México se contagió del virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) por falta de higiene. Después de que el Departamento de Salud inspeccionara el lugar, se descubrió que había un mal manejo de las agujas.
El principal riesgo por la complejidad del procedimiento es una infección bacteriana que puede traer graves y fatales consecuencias. Es considerado una auto-transfusión y como tal requiere condiciones mínimas de bioseguridad, y solo puede ser aplicado por un médico especialista en medicina transfunsional. Por desgracia, actualmente muchas clínicas de belleza no especializadas, están ofreciendo estos servicios.
Otros efectos secundarios puede ser enrojecimiento o hematomas en la zona tratada acompañada de sensación de calor, además la posible aparición de pápulas (un tipo de lesión de piel).