Un grupo internacional de astrónomos conducido por Brian Welch, referente de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.), detectó a la estrella Earendel, la más lejana que se observó hasta el momento. Según lo publicado por la revista Nature este miércoles, se estima que tendría 50 veces la masa del Sol.
Los investigadores expusieron que la estrella estuvo presente cuando el universo era joven, pero después se extinguió. Ahora, los astrónomos hallaron un rastro lumínico que se trasladó durante mucho tiempo y llegó a nuestro planeta: «Earendel existió en los primeros mil millones de años del universo, durante el Big Bang, y su luz ha viajado 12.900 millones de años hasta llegar a la Tierra», indica uno de los autores, José María Diego, del Instituto de Física de Cantabria.
«Es muy brillante, pero explotó hace tiempo. No obstante, aún vemos la luz que nos llega de ella. La hemos podido detectar gracias a que está magnificada por un cúmulo de galaxias, si no, sería imposible verla», agrega. En concreto, se piensa que habría sido «millones de veces más brillante» que el Sol.
Si bien la estrella ya no existe, la luz emanada fue tan fuerte que pudo ser registrada mucho tiempo después por el telescopio espacial Hubble, dispuesto por la NASA y Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés). De esta forma, el hallazgo supera a Ícaro, la estrella ubicada a 9.000 millones de años luz, detectada en 2018.
Sobre el período en el cual estuvo activa Earendel –que significa «estrella de la mañana» en inglés antiguo–, ambas agencias comunicaron: «Se nos aparece como cuando el universo tenía solo el 7 % de su edad actual».
«Tendremos la oportunidad de ver cómo comenzó todo»
Welch, quien lideró el hallazgo, confesó: «Casi no lo creímos al principio». En concreto, los investigadores ya definen a este hito como un «récord». Según el experto, «normalmente, a estas distancias las galaxias enteras se ven como pequeñas manchas», o «la luz de millones de estrellas mezclándose». Welch también reveló otras curiosidades sobre Earendel: «Existió hace tanto tiempo que es posible que no haya tenido todas las mismas materias primas que las estrellas que nos rodean hoy».
A su vez, el referente del equipo explicó por qué esta noticia es tan relevante: «Será una ventana a una era del universo con la que no estamos familiarizados, pero que condujo a todo lo que conocemos. Es como si hubiéramos estado leyendo un libro realmente interesante, pero empezamos con el segundo capítulo y ahora tendremos la oportunidad de ver cómo comenzó todo».
Próximamente, durante este año, los especialistas utilizarán el telescopio James Webb, de la NASA, ESA y la Agencia Espacial Canadiense (CSA, por sus siglas en inglés), de alta sensibilidad a la luz infrarroja. «Las imágenes y los espectros de Webb nos permitirán confirmar que Earendel es una estrella y determinar su edad, temperatura, masa y radio», detalló María Diego.
Al respecto, existe la posibilidad de que las observaciones con ambos telescopios incluyan la aparición de «objetos exóticos, como agujeros negros primordiales».